Elena Medel: "La belleza es la capacidad para ser único y diferente, ajeno a los dictados"

"Para mí, la antítesis de la belleza es, en realidad, la propia idea de esta palabra que se promulga hoy. Yo veo la belleza como algo que se vincula a la diferencia, a lo que huye de la norma, a lo que me despierta siempre ganas de saber", sentencia Medel.

" Diferencia, extrañeza, ruptura, personalidad y escape son los cinco sinónimos que destacaría de mi concepto particular. No me parece que haya que admirar nada en la belleza puramente física. Admiro los esfuerzos, los logros obtenidos y el tesón, no una cualidad estética adquirida. No me interesa el significado actual que apela a la normativa. No me seduce la armonía, por así decirlo, salvo como vestigio", añade Elena.

"Respecto a mi trabajo, encuentro belleza en las ganas de transitar por otras vías y defender otras miradas. Nunca me ha interesado en su acepción popular. Al escribir, me parece fundamental intervenir en un debate estético y ofrecer al lector un texto nacido del trabajo y del rigor con el lenguaje, pero la búsqueda de la belleza no es mi prioridad. Yo la reconozco en escritoras como Ángela Figuera Aymerich y sus Mujeres del mercado o el Niño con rosas. Es una poeta de la posguerra que insiste en esa belleza que a mí me despierta como autora. Otro ejemplo puede ser la "cama deshecha" de Tracey Emin", afirma.

Y puestos a saber dónde halla Medel este término en el ser humano, contesta sin dudar: "En su capacidad para ser uno mismo, único y ajeno a los dictados".