En un giro argumental propio de una película de Hitchcock, una encuesta de la firma ORC Internacional ha revelado que Melania Trump, para su marido un cero a la izquierda desde el minuto uno de su mandato, ha superado en popularidad al propio presidente. Un 52% de los estadounidenses tiene una imagen positiva de Melania, mientras que solo un 44% puede decir lo mismo de su marido. Son 16 larguísimos puntos de diferencia que comenzaron a fraguarse en el mismo día de la toma de posesión. ¿Cómo se explica que, en escasos dos meses, la ciudadanía prefiera a la Primera Dama a su propio Presidente?
Los expertos que se están devanando la cabeza para encontrar las razones del vuelco están entre sorprendidos y desconcertados. Resulta sorprendente que la ciudadanía se haga la sueca ante la evidencia de que Melania no quiere trasladarse a Washington y tampoco tiene interés en realizar los sacrificios que exige el servicio a la nación como consorte presidencial. Increíblemente, el desinterés de la Primera Dama, favorecido por su propio marido, es absolutamente ignorado por el gran público, quien ha elaborado su propia versión de la situación. Para el común de los estadounidenses, estar con Melania es estar contra Trump: la han convertido en una víctima.
Todo empezó con los vídeos virales de la larga jornada de la inauguración de la Presidencia Trump: los clips con los desprecios y caras de disgusto de la Primera Dama suscitaron la lástima global, con campañas para liberar a Melania como si fuera la mismísima orca Willy. Esta percepción de desprotección y minusvaloración ha continuado gracias a la actitud de Trump, obsesionado con poner en valor a su hija Ivanka, a la que cubre de halagos y cita como acompañante en viajes y reuniones de Estado. En el cuento que se ha forjado en la imaginación de la ciudadanía, Trump es el emperador desnudo, Ivanka la malvada madrastra y Melania, Cenicienta.
No sabemos si la actitud del Presidente responde a que desprecia a Melania y la ve incapaz de jugar un papel digno, o a todo lo contrario. ¿Y si realmente tratara de respetar el deseo de su esposa de no asumir ningún papel que no sea el de la crianza de Barron, su hijo? Recordemos que ella confesó en su momento que su modelo de Primera Dama era Jacqueline Kennedy, una mujer prácticamente invisible que se limitó a servir de acompañante en fiestas y recepciones oficiales.
Elizabeth Mehren, profesora de la Universidad de Boston y analista para distintos medios de comunicación, ha confirmado a Univisión la inteligencia de Melania la hora de alejarse de la Casa Blanca. “En términos de lo que le puede estar ayudando a obtener una imagen buena yo diría que mantenerse lejos de Washington no la ha debilitado ni un poco. Por el contrario, con todo lo que pasa en el recinto oval y con cada tweet nuevo del presidente, ella parece astuta al mantenerse por fuera del registro. Mi corazonada es que muchas mujeres la admiran por permanecer distante del comúnmente torpe comportamiento de Donald Trump. En comparación, ella luce serena, simplemente por el hecho de hacer y decir nada”.
Más datos significativos de la encuesta: el apoyo a Melania es más ancho en los hombres, quienes la ven con buenos ojos en un 58%, frente a un 46% de las mujeres. Mehren intuye en esta positiva mirada masculina una aprobación al rol que Melania ha decidido jugar y a su refinamiento indumentario. “No podemos perder de vista que sus mayores apariciones se han producido durante los viajes de la pareja a Mar-a-Lago, en donde el presidente se siente evidentemente más cómodo ejerciendo su entretenimiento y en donde la vemos a ella asumir un rol tradicional”.
Los números de Melania son radicalmente diferentes a los de la primera dama anterior, Michelle Obama, que lograba más empatía entre las mujeres (78%) que entre los hombres (68%). Si la señora Trump registra un 86% de aprobación entre los republicanos y un 22% entre los demócratas, la señora Obama alcanzaba en abril de 2009 una imagen positiva entre el 93% de los demócratas y el 50% de los republicanos. Cuando dejó la Casa Blanca tenía una popularidad cercana al 70%.
20 de enero-18 de febrero
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