La actriz Meghan Markle. /
Todo puede suceder cuando un príncipe no necesariamente encantado sino pelirrojo entra en tu vida. Hasta que tu hermanastra, enemiga declarada, se convierta en una inesperada aliada. ¿Por respeto? ¿ Por miedo a las represalias? ¿Por el vil metal? Se admiten apuestas sobre el giro de 360º que Samantha Grant, autora en ciernes de 'The Diary of Princess Pushy's Sister' (El diario de la hermana de la princesa trepa) ha dado en relación a Meghan Markle,
Grant, 52 años, ex actriz y ex modelo, ha ido dejando caer todo tipo de afirmaciones inquietantes desde que su hermana saltara a la fama como novia de Enrique de Inglaterra. Por ejemplo, que Markle había planeado desde su infancia convertirse en princesa (como todas, ¿no?). O que dejó de frecuentarla cuando en 2008 le diagnosticaron esclerosis múltiple y terminó en silla de ruedas. “Si la familia real supiese cómo ha tratado Meghan a su propia familia, quedaría horrorizada”, llegó a afirmar la adorable hermanastra.
Todo ha cambiado, sin embargo, desde que la relación se oficializara no oficialmente con un beso público en los Juegos Invictus celebrados en Toronto. Ahora, Samantha Grant dice de su hermana que “es un amor. Ella es muy animada, encantadora y vivaz. No sé cómo podemos ser medio hermanas, porque o lo eres o no lo eres. En mi corazón y en mi día a día ella es mi hermana y es absolutamente maravillosa. Que nadie se confunda sobre lo que opino de ella”. ¡Qué cambio de registro! Entonces, lo que dijo anteriormente a la prensa, ¿era mentira? “ No hay que creerse lo que publica la prensa sensacionalista. Dice cosas inverosímiles y horribles sobre casi todo el mundo”.
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