Este es el consejo que Cindy Crawford da a su hija Kaia

Para muchas, Cindy Crawford es la supermodelo por excelencia, la madre de todas las pasarelas, el epítome de la novia de América y más allá. A lo largo de este año la hemos visto acompañando a su hija, Kaia Gerber, en su año de debut en las grandes pasarelas de la moda, en una suerte de relevo generacional que tiene toda la pinta de funcionar. Kaia ha sido la debutante top del año.

Gracias a una entrevista en ' The Cut', sabemos qué consejos le da Cindy a Kaia y, de paso, qué opina del mundo de la moda. Empecemos por el ' modelaje': 'Kaia ha crecido viendo cómo he cuidado de mí misma, así que no tengo tantas cosas que explicarle. Ha visto cómo siempre me he ido a la cama temprano si al día siguiente tengo que trabajar o cómo me levanto prontísismo para entrenar. No sé si le pasa solo a mis hijos o a todos, pero los míos actúan como si no me escucharan nunca, así que tienes que educarles a través de tu ejemplo. En esta su primera temporada en las semanas de la moda, creo que el único consejo que le he dado ha sido que busque tiempo para dormir y para estar sola'.

Sobre la moda, Cindy opina lo siguiente: 'Me encanta el mundo de la moda y todas las experiencias que he tenido como modelo, pero a veces se hace duro que tanta gente te esté tocando todo el día. Necesitas un tiempo de descanso de tanta gente tocándote. Necesitas desmaquillarte a ti misma, ponerte tú misma los pantalones y salir de ese mundo maravilloso de la moda aunque sea un minuto o dos. La gente que tienes encima todo el rato está haciendo su trabajo, tienen que ponerte guapa, y eso es de agradecer. Pero por otro lado eres el destino de una cantidad anormal de atención y a veces tienes que dar un paso atrás para darte cuenta de que no es normal'.

Para Crawford, el escrutinio al que se somete a las modelos tiene un doble filo. 'A ver: lo que nos pasa a las modelos es que no existe ninguna pretensión de nada más allá del físico. Nadie habla de nuestra personalidad. Simplemente, somos buenas para este trabajo o no lo somos. Alguna vez pueden hablar de cómo nos movemos, pero en general todo el mundo tiene claro de qué va esto. Es una profesión de blancos y negros: no hay negros. Y eso me gusta. Por otro lado, es un oficio tiene un aspecto que es muy motivador. Empecé a entrenar a los 20 años porque tenía que estar en forma. A los 28, comencé a cuidarme la piel. Ha sido estupendo tener un entrenador y someterme a tratamientos cosméticos desde tan joven sin sentirme extravagante, sino como algo necesario por mi profesión. Mi manera de cuidar mi instrumento de trabajo'.