El 'souping' desbanca al 'juicing' en invierno. /
Del 'juicing' al 'souping'. Si no escapaste a la fiebre de los zumos verdes durante el verano, pero ahora el cuerpo te pide algo calentito, esto te interesa. La elaboración de algunas cremas, sopas y verduras incorporan muchos de los beneficios de los smoothies de frutas y verduras, pero con un extra, pues en algunos casos sus aportes nutriciones y son poder saciante son aún mayores. Te damos las claves para aprovechar al máximo esta nueva tendencia foodie.
RECETAS DE SOPAS Y CREMAS SALUDABLES
Ingredientes saludables. El souping abre las puertas a matices de sabor y a nuevos ingredientes que son poco habituales en los zumos verdes como son las hierbas aromáticas y las especias. Así, el comino, la pimienta y la cúrcuma adquieren un papel de protagonistas, aportando sabores más contundentes y propiedades digestivas y carminativas, así como la cúrcuma, que aumenta las defensas, el jengibre, que favorece la circulación o el miso, que también es digestivo.
Capacidad saciante. Favorece el consumo de nutrientes esenciales pues permite una mejor combinación de fibras con proteínas. Las verduras, las especias y los cereales ayudan a saciar el apetito y a sentirse menos pesado tras los excesos. Permiten un aporte indispensable en nutrientes ricos en vitaminas, minerales y oligoelementos, y por tanto aumentar la energía y las defensas, tal como aseguran los expertos de The Green Shelters.
Una textura más apetecible. La cremosidad y la untuosidad resulta en el caso de las cremas, consomés y sopas un punto a favor, pues permite combinar las verduras o frutas con ingredientes como leche, nata, e incluso queso como potenciador del sabor. Las cremas son fáciles y agradables de consumir por este hecho; además, si los lácteos que se utilizan en la elaboración son sin lactosa, se aporta a las recetas una facilidad añadida para la digestión, según explican los nutricionistas de la firma Kaiku sin lactosa.
Versatilidad y color. Podemos consumir las cremas calientes, templadas o frías, lo que hace que el 'souping' pueda competir con el juicing incluso en las épocas más cálidas. Además, el souping aportará color, textura y sabores en nuestro plato, lo que nos ayudará a mantener nuestros niveles de optimismo.
Los caldos, con un extra saludable. Otra opción saludable son los caldos con huesos. Tal como explica la experta en nutrición Marisol Guisasola en 'Adelgazar Sabiendo', no son pocas las personas que asimilan mejor los nutrientes cuando los alimentos están cocinados que cuando están crudos. "Puedes prepararlo en una olla grande con agua, huesos de vacuno (rodilla, cañada…) o bien de ave, e incluso de cerdo o pescado. Le añades verduras (puerros, zanahorias, apio, cebolla, ajo, repollo, kale …), un puñado de legumbres (garbanzos, alubias …) y hierbas aromáticas, pimienta y sal. Dejas que hierva suavemente y sin prisas (dos horas mínimo), para que los huesos liberen el colágeno, la queratina, la glucosamina y la condroitina que contienen, todos ellos difíciles de conseguir y maravillosos para tus huesos, cartílagos, intestino, piel, uñas, cabello y hasta para la memoria y para conciliar el sueño", propone. Además, la experta destca que su capacidad “detox” para el hígado está relacionada con la cantidad de glicina disponible en el organismo. De hecho, los huesos son el alimento que contiene una mayor cantidad de glicina (el que más, la gelatina de caldo con huesos).