"Habrá otro Lequio más en el mundo", así que nos divertiremos tres o cuatro décadas. Incluso más. Lo dice Clemente Lequio, el mayor de la estirpe del conde. Y el más desconocido. En realidad, no tanto.
Desde que enseñó su torso perlado en sudor, totalmente cincelado como una estatua de Bernini, no lo es tanto. "¿Quieres que te lo enseñe?", repite varias veces durante la conversación. Acudió al desfile de Emidio Tucci. Hacía tres años que no lo veíamos en un acto público y qué casualidad que se vuelve a poner a tiro de las cámaras y los micrófonos precisamente ahora que su padre le va a dar un nuevo hermano. "O hermana", corrige el joven Lequio.
Tiene la misma forma de hablar de su madre, Antonia dell’Atte. Esa manera de rular las erres tan ‘fantasiosamente’ italiana, pero también esa forma de decir las eses como pisándose la lengua tan característica de su padre. Porque, a partir de ahí, el físico también es de los Torlonia (o sea, Lequio).
Asegura que viene mucho más a España de lo que creemos. No en vano, sus dos progenitores viven en estas tierras. Las capitalinas y las catalanas. Pero él, donde realmente vive y quiere seguir viviendo, es en Miami. Si es que las autoridades se lo permiten porque si le hemos visto esta semana es porque la green card de residencia la tiene en suspenso. Burocracias aparte, allí se dedica al "‘Hospitalito’ Bussiness".
¿Mande? "Al sector de los hoteles. Hospitality Bussiness se dice en inglés. He trabajado en hoteles los últimos años, y la gente no lo sabe. Desde llevar maletas, a la recepción… he hecho de todo". No se le caen los anillos, lo que le honra y nos congratula. Y allí, en Florida, coincide con su hermano, Álex, hijo de Ana García Obregón, con quien, agárrense los machos, mantiene una relación espléndida.
"La gente cree que Álex y yo hemos estado separados y no: nos hemos llevado muy bien. Nos llevamos fenomenal y nos vemos muy a menudo, solo que la gente no lo sabe", dice Clemente.
Corazón: Pero de niños, esa relación no era tan cercana, al menos por la distancia. Clemente Lecquio: Exacto.
Corazón: Y después, porque las relaciones familiares no eran tan fluidas. Clemente Lecquio: Es que el tiempo todo lo cura y las relaciones van mejorando…
Ya lo contaba Antonia Dell’Atte antes de Navidad, que ya no hay dagas voladoras entre ella y Ana Obregón… Pero es que Clemente va más lejos: "Amo a Ana", asegura sin que le tiemble la voz. De hecho, parece que hasta guiña un ojo a quien le entrevista sin hacerlo realmente. Ya saben, con esa manera que tienen los transalpinos de ser adorablemente adorables. "Es una gran madre porque ha criado a Álex de una manera fantástica y obviamente, gracias a mi padre".
Y ahora viene el pero: "Aunque no quiero parecer borde diciendo esto, creo que son problemas suyos". Eso lo dijo porque la actriz y presentadora, antes del cólico nefrítico que desafortunadamente la llevó al hospital de urgencias, mostró su enojo por la noticia de la nueva paternidad de su ex pero sin embargo amigo. No que fuera padre de nuevo –no, por Dios– sino que él, como, repetimos, amigo y sin embargo ex no se lo dijera personalmente y se tuviera que enterar por su hijo Álex y el papel cuché.
Corazón: Y su madre, ¿cómo supo de la nueva paternidad de su padre? Clemente Lecquio: Se lo conté yo. Y se lo he contado cuando ha sido el momento de hacerlo.
Corazón: ¿Y cómo ha reaccionado ante la noticia? Clemente Lecquio: Bien, ¿Por qué? ¿Tenía que reaccionar mal?
Clemente, lo de ser padre, lo ve lejos, aunque madurità no le falta para observar que si su padre se tira a la piscina a estas alturas en eso de la paternidad es porque "tiene la suerte de haber tenido a grandes mujeres a su lado".
Sí. Sí. Que María Palacios también se lo parece. "La veo como una gran trabajadora. Muy seria pero eso no significa que no se sepa divertir. Está muy centrada en lo que hace y sabe lo que hace".
Y si dicen que detrás de un gran hombre, hay una gran mujer, él ya tiene quien le guarde las espaldas. "Una chica fantástica, pero es muy discreta y no quiere que se hable de ella, así que… ¡no hables de ella!".
Una advertencia que, con esos músculos, hay que tomarse al pie de la letra. De hecho, en su casa aún nadie la conoce. "Solo la conozco yo»" dice, y se parte de la risa. No por nada, que él tiene una relación muy libre y abierta con sus padres, pero es que, por ahora, lo que tenga con su chica queda entre ella y él. Ya habrá momento para hacerlo todo público. Entendido.
Corazón: Desde que le han visto sin camiseta ¿le piden a menudo que se la quite? Clemente Lecquio: ¿Queréis que me la quite? (risas).
Corazón: No es necesario… Pero ¿le pasa mucho? Clemente Lecquio: Pues... Me lo pide mi novia y ya está.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?