La celebración de Mailen Chourraut del oro olímpico con su hija Ane que le dio el mejor consejo: "Mamá, no te saltes ninguna puerta"

Lo dijo antes de coger un avión rumbo a Río: venía a por la medalla de oro y, si la ganabaa, la persona más especial a la que le dedicaría el triunfo era su hija, Ane, que tiene tan solo dos años y medio.

Sí, Mailaen Chourraut, que ayer 'voló' sobre su kayak en la prueba de aguas bravas y cambió el bronce de Londres 2012 por el oro de Río 2016, es una de las tres deportistas españolas que han aprovechado este ciclo olímpico para compaginar los entrenamientos con la maternidad -las otras dos son Marina Alabau y Teresa Portela-.

Así que ayer, aun con el casco y recién bajada de su embarcación, Chourraut dejó una de las imágenes tiernas de la jornado olímpica acercándose a la niña para abrazarse a ella. Porque gracias a Raquel, la mujer que se encarga del cuidado de Anne durante los viajes para que pase el menor tiempo posible separada de su madre, la niña vio ayer a su madre colgarse el oro.

Antes de que Chouraut se pusiera manos a la pala, Ane le dio el último consejo para afrontar primero la semifinal y una hora más tarde, la gra final: "Mamá, no te saltes ninguna puerta".

Apenas sin saber hablar, está claro que lo que domina es el vocabulario de este deporte que está llamado a darnos muchas más alegrías futuras. ¿Hay cantera? De aquí a que pueda empuñar el remo veremos si Ane sigue los pasos de su madre.