Fue 'despacito', como diría su colega Luis Fonsi. Por eso, Marc Anthony ha tardado ocho años en darse cuenta de que le habían robado la friolera de 2,5 millones de dólares (2,1 millones de euros) de su cuenta bancaria. Según el portal 'TMZ', que ha tenido acceso a los documentos presentados por el artista puertorriqueño, el responsable es uno de sus contables, Kyle Tessiero, quien llevaba gestionando su dinero desde 2007.
Al parecer, fue en 2009 cuando comenzó a robar dinero a Anthony, sin embargo, habría sido en los últimos cuatro años, crecido al pensar que no iba a ser descubierto, cuando el contable se habría dedicado a hacerlo a manos llenas.
Aseguran que lo mismo operaba en efectivo que quemaba las tarjetas de crédito llevando una vida muy por encima de sus posibilidades. Alertado por sus asesores, en agosto, Anthony encargó una auditoria interna que dejó al descubierto el desfalco al que había sido sometido y puso el asunto en manos de la justicia. Ahora Tessiero se enfrenta a una posible condena de 25 años de prisión.
Pero este es solo el último caso de una larga lista en la que se repite el argumento: famoso deposita la gestión de su dinero en una persona de confianza, persona de confianza le roba el dinero, famoso se queda sin persona de confianza y sin dinero, y muchas veces en la ruina.
La mala suerte de Elton
El siguiente paso es poner el caso en manos de la justicia, que no siempre se pone a favor del famoso. Así le ocurrió a Elton John, que demandó a su agente, Andrew Haydon, por sisarle 30 millones de euros, pero al no disponer de las pruebas suficientes, este salió 'de rositas' y el cantante perdió 10 millones más en abogados.
Mejor parada salió Rihanna, que en 2012 inició un litigio contra su contable, Peter Gounis, de la empresa Berdon LLP, por haber cobrado unas comisiones exorbitantes durante la gira de 2009 y por un mal asesoramiento que le hizo perder siete millones de euros en inversiones inmobiliarias y la dejaron casi en la ruina. Por suerte, su éxito y llegar a un acuerdo con la empresa hicieron que la artista de Barbados se recuperara económicamente.
Y curioso es el caso de Beyoncé, que despidió a su padre en 2011 como representante, asegurando que quería ser la dueña de su carrera, y luego se supo que el señor Mathew Knowles tenía la mano demasiado larga.
Los actores también han sufrido lo suyo con sus personas de confianza. Uma Thurman fue estafada por su asesor Kenneth Starr. Cuando le exigió que le repusiera el millón de dólares que le había afanado, este lo ‘extravió’ de la cuenta de otro cliente. Acabó en la cárcel tras defraudar 24 millones de euros a clientes como Stallone, Al Pacino y Martin Scorsese.
Aunque uno de los estafadores más famosos era Dana Giacchetto –fallecido en 2016–, que en 2000 fue condenado a cinco años de prisión por robar 10 millones de euros a sus clientes y que inspiró el filme 'El lobo de Wall Street'. Entre sus víctimas estaban Ben Affleck, Matt Damon y Ben Stiller, a quien sisó 211.000 euros.
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