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El último en asumirlo y entrar en un centro de rehabilitación para tratar su adicción ha sido Kevin Spacey.
Su vida está llena de excesos que incluyen alcohol, drogas y, por supuesto, sexo.
Lo admitió en 2005, tras la divulgación de un vídeo suyo íntimo con la modelo Nicole Narin. Entró en rehabilitación al poco para tratarse.
Tras separarse de su mujer, Tea Leoni, entró de manera voluntaria en un centro de rehabilitación alegando una adicción al sexo.
Su adicción al sexo llevó a George Michael a confesar su homosexualidad en 1998, tal y como ha hecho ahora Kevin Spacey.
El productor acaba de protagonizar un escándalo de acoso sexual, presuntamente, a unas 60 mujeres que están sacando a la luz sus testimonios.
Uno de los 'gentleman' del universo Hollywood confesó hace dos décadas su adicción.
Michael Douglas hizo la confesión en su biografía, publicada en 2012.
Russell entró en 2005 en un centro médico para tratar su adicción al sexo.
"Soy adicto al sexo. Estoy profundamente destrozado por mi irresponsabilidad y mi comportamiento egoísta", manifestó en golfista en 2010, justo antes de ingresar en un centro de rehabilitación para tratar sus problemas de adicción al sexo.
