Tonya Harding contra Nancy Kerrigan

Pocas cosas nos van a contar en 'Yo, Tonya' que no sepamos. Porque la historia chunga de la patinadora Tonya Harding contra Nancy Kerrigan es uno de los episodios más vergonzosos de la historia del deporte. Y, por tanto, uno de los más devorados en los periódicos de la época. Era cuando los periódicos contaban cosas divertidas.

El 16 de enero de 1994, Kerrigan fue agredida en una pierna mientras entrenaba para los campeonatos de EE.UU. de patinaje sobre hielo en Detroit. De ahí saldría la selección para los Juegos de Lillehammer. Tonya ganó y también se descubrió que el matón había sido contratado por el exmarido y el exguardaespaldas de Harding. Se convirtió en la mujer más odiada de América.

La sátira dirigida por Craig Gillespie y protagonizada por Margot Robbie como Tonya y una maravillosa Allison Janney como su chiflada madre, es brillante, gamberra y divertida. Claro que alguien vendrá con que se banaliza el maltrato. Venga.

Más nostalgia, más adolescentes

Titular del satírico 'El Mundo Today': "Un equipo de expertos pesimistas certifica que todo es una mierda". Ahora Netlix toma la frase para hacerla serie: 'Todo es una mierda' (‘Everythings sucks!’ en el original). De la nostalgia de los 80 en 'Stranger Things' pasamos a la de los 90 con la nueva producción. Estamos en 1996, en el instituto Boring de Oregón.

Hay dos tipos de alumnos, estudiantes de teatro y de audiovisuales, así que prepárense para la tele y el cine de la época. Juntos harán una película que les motive en ese ‘boring’ instituto. Son diez episodios llenos de adolescentes.

'Brontëmanía'

Si una quiere leer a las hermanas Brontë no tiene más que empezar con 'Jane Eyre' (Charlotte), seguir con 'Cumbres borrascosas' (Emily) y acabar con 'Agnes Grey' (Anne). O tomarlas en el orden que se quiera. La obra de las inglesas genera más obra alrededor.

Lo penúltimo, 'El sabor de las penas' (Alianza), de Jude Morgan, que novela su vida llena de penalidades en la rectoría de Haworth en los páramos de Yorkshire. Siruela también tiene 'El gabinete de las hermanas Brontë', de Deborah Lutz, íntimo retrato de las hermanas a partir de sus objetos.

Un enfoque original en el estudio de las escritoras. Lo que vistieron, cosieron, dibujaron o imaginaron. También la muerte de la madre, su trabajo como institutrices, sus esfuerzos por ser escritoras. Lutz reconstruye el mundo de las Brontë y lo que inspiró sus obras.

El sin sombrero

Ya nos hemos reído bastante de 'El motel del voyeur' y de Gay Talese por dejarse engañar. Podemos volver a una obra de cuando Talese no era cuestionado -también es la época de cuando aquí no lo conocían más que cuatro gatos-. Alfaguara reedita 'El puente', crónica sobre la construcción del puente de Verrazzano, prodigio que une Brooklyn y Staten Island terminado a finales de 1964.

Talese estuvo en la obra, recogió las historias humanas y también las intrigas políticas, los acuerdos de los mandamases que acabaron con vecindarios de toda la vida. 'El puente' y 'A sangre fría' se publicaron con un año de diferencia (64 y 65). Son muestras inaugurales de la literatura de no ficción. En la portada se ve a Talese con casco de obrero al lado del puente. Sin sombrero. Es como si Dolly Parton saliera con rulos.

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