'El Padrino': película grande, en pantalla grande

No sé qué voy a decir de 'El padrino' que no se haya dicho ya o no se vaya a decir. Salvo, claro, que la obra maestra de Coppola se ha reestrenado con imagen restaurada en calidad 4K-. Es la película que salvó el cine cuando parecía que la televisión iba a ganar. Ya saben, Vito Corleone (Marlon Brando) es el jefe de una de las cinco familias de la mafia de Nueva York. Tiene cuatro hijos. Connie (Talia Shire, la hermana de Coppola), Sonny (James Caan), Fredo (John Cazale) y Michael (Al Pacino), el que no quiere saber nada del negocio familiar, el que lo hereda. La mejor escena de la película es precisamente la conversación en el jardín entre Vito y Michael.

Tres minutos y medio que asientan lo visto y preparan la secuela. Una escena escrita por Robert Towne que explicaba la sucesión del poder y el afecto entre padre e hijo. De fondo, Nino Rota. Y todo esto en pantalla grande.

A la estadounidense Gina Berriault (1926-1999) se la considera una escritora de escritores. Por su prosa, por su precisión emocional, por su hábil manera de contar, por su sentido de las palabras. "La mitad de las mujeres del mundo está en este momento en la cama, en la suya o en la de otro, ya sea de noche o de día, tanto si lo desean como si no". Es un fragmento de 'Mujeres en la cama' (Jus), primera obra de Berriault que se publica en español.

Lo bueno de esta desidia editorial que hemos padecido durante años en España con escritoras extraordinarias (Lucia Berlin) es que su redescubrimiento nos compensa de tanta basura en las novedades literarias. También es verdad que durante 40 años a Berriault la crítica de su país le hizo poco caso. Escribió cuatro novelas y muchos cuentos y en 1996 reunió 35 de estos en 'Mujeres en la cama', que recibió numerosos premios y es un perfecto ejemplo de lo mejor de su obra.

En 1967, Antoine tiene 15 años y asiste atónito a una pelea entre su padre y el de otro chico con el que juega un partido de tenis. Las vacaciones continúan con macabros acontecimientos que harán de ese un verano inolvidable. Saltamos 20 años y un Antoine adulto empieza a ver qué había detrás de lo que pasó entonces. El cómic 'Un verano Diabolik' (Norma), de Smolderen (Gipsy) y Aléxander Clérisse, es un premiado relato de iniciación con aspecto de ‘thriller’, sabor nostálgico y estética de Hockney -al lado de una piscina dan ganas de leerlo-.

Un 'noir' en colores con varias tramas entremezcladas, unas dramáticas, otras no. Diabolik, por cierto, es un héroe de cómic de los 60 creado por las hermanas italianas Angela y Luciana Giussani, la versión europea de ‘El hombre enmascarado’. Una de las muchas referencias pop. Y no se da abasto.

'Paquita Salas' ha regresado con nuevos capítulos. La serie creada por Javier Calvo y Javier Ambrosi y protagonizada por Brais Efe estrenó su primera temporada en Flooxer, plataforma 'online' de Atresmedia, y ahora vive en el pisazo de Netlix, que ha confirmado una tercera entrega. Entre Terelu y Paquirrín, entre Edina Monsoon y Carmina Barrios, Paquita es nuestra perdedora favorita. Una representante de actores chiflada a la que se puede aguantar en la tele, no más cerca. Una amante de los torreznos y el 'gin tonic' de Larios.

El buen oído de los Javis -ese que también tiene Paco León- hace que Paquita vaya a "la Renfe", no a Atocha o a la estación. Porque Paquita es España. Es esa foto maravillosa de su primera comunión. Es su madre viendo 'Rex'. Es discutir la pluma que puede tener un actor en 'Puente viejo'. Es la cultura pop y la tradición. Al reparto formado por Brais Efe, Belén Cuesta - ¿esta chica por qué habla como María Barranco en 'Mujeres al borde de un ataque de nervios'?-, Yolanda Ramos o Mariona Terés, se incorpora Anna Castillo.

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