La afición a los pantalones de Meghan Markle manda un mensaje

El príncipe Harry y Meghan Markle, cada vez más cerca de la boda, visitaron Birmingham ayer, nuevo destino de su acelerada gira de presentación matrimonial que está paseando su amor de película romántica por todo el país. Además de una nueva observación de lo enamorados que se ven, la aparición pública ha permitido volver a admirar otra pieza admirable del armario de invierno de Markle: un abrigo de J. Crew azul marino con ribete blanco.

Sin embargo, las analistas más perspicaces quisieron destacar, además del abrigo, los pantalones pitillo de Alexander Wang. Ninguna otra mujer de la familia real británica ha mostrado tanta inclinación por los pantalones, convertidos en un síntoma más de la intención de Meghan de no terminar absolutamente absorbida por los Windsor. Frente al constante recurrir a vestidos y faldas, la ex actriz opta por los más funcionales pantalones y rebaja el contante refuerzo del rol femenino tradicional que realiza, por ejemplo, Kate.

Que la futura Duquesa de Essex lleve pantalones tan a menudo no es ninguna casualidad. En el lenguaje simbólico de la moda, tienen que ver con el poder, las decisiones, con tomar la palabra y dar órdenes. Parece que Meghan no va a resignarse tan fácilmente a ocupar el lugar silente que el protocolo suele otorgar a las mujeres de la familia real británica.O, si se ve obligada a hacerlo, al menos llevará los pantalones.