Faltan un par de semanas para que el príncipe Harry, aquel chico díscolo que creíamos jamás sentaría cabeza, le dé el 'sí, quiero' a Meghan Markle. Y esta, además de cambiar su estado civil, parece que está consiguiendo que destierre ciertos hábitos de su día a día.
Nos referimos a que parece que se ha puesto a dieta o, al menos, que ha aceptado comer mejor. El 'Daily Mail' recoge las declaraciones de una persona cercana a la pareja que asegura que "ha comprado una batidora y la utilizan para hacer cremas de frutas y verduras".
La misma fuente asegura que, entre los básicos que ahora no faltan en su nevera se encuentra la quinoa. Algo muy distinto a lo que solía ingerir hasta ahora, pues en la prensa británica aseguran que si algo le vuelve loco al hijo pequeño del príncipe Carlos es la comida rápida.
Dicen que Harry habría bajado ya cuatro kilos, que habría reducido la ingesta de alcohol -además de haber dejado de fumar- y que, incluso, ha accedido a tener un entrenador personal por el que se levanta a las 7 de la mañana para ejercitarse.
Vamos, que Meghan le ha marcado el camino de una vida saludable que está siguiendo pasito a pasito. Ya saben: el amor.
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20 de enero-18 de febrero
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