Belén Rueda dice adiós a la presbicia: “Mi experiencia ha sido maravillosa”
Después de pasar varios años usando gafas de cerca, la actriz ha decidido mejorar su calidad de vida y operarse la vista cansada en Clínica Baviera

Tras muchos años usando gafas en su día a día, Belén Rueda ha decidido dar un paso que ha cambiado su vida para siempre: someterse a una operación para corregir su presbicia. Este defecto visual, también conocido como vista cansada, es una condición de la vista relacionada con la edad que provoca una dificultad para enfocar de cerca por la pérdida de elasticidad del cristalino.
Se calcula que un 93% de la población mayor de 40 años tiene algún problema de visión, siendo la presbicia el más frecuente de ellos. La actriz nos cuenta cómo ha mejorado su vida esta operación realizada en Clínica Baviera.
¿Cómo afectaba la presbicia a tu vida?
Depender constantemente de las gafas era muy incómodo, la verdad es que no te das cuenta de la suerte que es no tener que llevar gafas hasta que tienes que llevarlas para poder desarrollar actividades cotidianas. Yo, además, soy muy despistada y estaba todo el rato perdiéndolas. Me pasaba muchas veces que estaba en pleno rodaje y tenía que revisar alguna escena con el director, pero no veía bien el monitor y no tenía las gafas a mano así que alguien del equipo tenía que dejarme las suyas… ¡Era un lío!
¿Cómo ha sido tu experiencia en Clínica Baviera?
He de confesar que mi experiencia en Clínica Baviera ha sido maravillosa. Primero, porque tenía muchísimas ganas de decir adiós a las gafas, pero es que además fue increíble desde la primera consulta. La seguridad que te dan y cómo te lo explican todo… ¡Es que tienes ganas de operarte ese mismo día!

¿Cómo fue la operación?
El día de la operación fue maravilloso porque, en principio, me dijeron que iba a estar diez minutos en el quirófano y, finalmente, fueron cinco. De hecho, me iba acompañando mi pareja y me despedí de él. Cuando volví no se podía creer lo rápido que había pasado todo. Además, siempre hay una línea de comunicación abierta, me dijeron “cualquier sensación que tengas, que a ti te inquiete, puedes llamarnos” y eso te da muchísima tranquilidad.
¿Cómo fue el postoperatorio?
El postoperatorio ha sido muy cómodo y sin apenas molestias. Yo soy bastante inquieta entonces, según salí, como el doctor me había dicho que los resultados se notaban rápidamente, yo quería verlo todo. Por la tarde ya cogí un guion y podía leerlo. ¡Es que no me lo creía! De hecho, estaba como cuando tienes un juguete nuevo… todo el rato leyendo.
¿Cómo es tu vida ahora?
La evolución ha sido alucinante. A nivel personal y profesional la operación ha marcado un gran cambio: ya no estoy atada a las gafas, dices adiós a las gafas y puedes volver a hacer todas las cosas que hacías antes, pero ahora con total libertad.
¿Qué fue lo que te convenció para operarte?
Es muy curioso porque, normalmente, hacemos cosas que son importantes para nosotros solo cuando vemos que a otras personas les han dado resultado. Entonces, Santi Millán, que es amigo mío, me dijo “la operación me ha cambiado la vida” y yo, inmediatamente, le pedí el contacto de Clínica Baviera. Te das cuenta de que es un tema del que nadie habla pero, en cuanto sacas el tema, todo el mundo se queja de las gafas y quiere dejar de usarlas.
¿Qué le dirías a alguien que tiene dudas en operarse?
Hay gente que tiene mucho miedo a operarse. Les diría que, generalmente, uno tiene miedo cuando se enfrenta a algo desconocido. Yo siempre lo defino con una comparación muy concreta: tú te enfrentas a una puerta y, dependiendo de la música y del ambiente que tengas alrededor, puedes tener miedo a abrirla, pero, una vez la abres y te encuentras a profesionales que te cuentan cuál es el proceso, el poquito tiempo que dura, las ventajas que vas a tener, cómo te va a cambiar la vida… Es como si estuvieras en una habitación completamente iluminada y se te van todos los miedos.
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