Denuncia a Zara tras encontrar un ratón cosido en su vestido

Sucedió en Greenwitch, Connecticut, donde Cailey Fiesel, de 24 años y residente en Manhattan, estaba pasando unos días de vacaciones. Fiesel acudió a una de las tiendas de Zara para comprarse un vestido. Tras cumplir su misión por poco más de 30 euros, lo metió en su maleta y se lo llevó de vuelta a Nueva York, a la espera del momento adecuado para estrenarlo. A las pocas semanas, surgió la ocasión: se puso el vestido para ir a trabajar. Ya en la oficina, Fiesel comenzó a notar un olor desagradable y penetrante que parecía proceder de su vestido: por más que se paseaba por la oficina, no lograba alejarse de aquel mal olor, según informan en New York Post.

“Sentí algo que me rascaba la pierna y pensé que podía ser un cabo de hilo que se había descosido”, contó Fiesel en la formalización de su demanda. “Cuando me agaché para palparlo, no me pareció un hilo en absoluto. De hecho, palpé el dobladillo y pude sentir que había algo allí atrapado, quizá una alarma antirrobo”.

La sorpresa fue letal cuando Cailey inspeccionó con sus propios ojos la zona. “Vi una pequeña pata que asomaba por debajo y lo más asqueroso de todo es que la toqué”, relató la desafortunada compradora. “Me quedé helada, paralizada del miedo. Estaba en shock. Mis ojos estaban viendo un ratón, pero mi cabeza me decía que no podía ser. ¡Era inimaginable!”. Fiesel ha demandado a Zara por estrés emocional debido al incidente, pero además ha sido diagnosticada con un sarpullido causado indudablemente por roedores, por lo que reclama que Zara su incapacidad para evitar que sus productos estén libres de defectos e incluso de infecciones.

Por su parte, Zara se ha limitado a declarar que “somos conscientes de la demanda y estamos investigando las circunstancias”. Parece ser que el vestido se cosió en Turquía, y que el ratón podría haber sido cosido allí. De cualquier manera, Inditex ha declinado la oferta de llegar a un acuerdo fuera de los tribunales, por lo que vestido y ratón se encuentran debidamente sellados para ser usados como prueba en un próximo juicio.