La reina Sofía en el desembarco del Cristo de la Buena Muerte en el puerto de Málaga. /
La reina Sofía no se ha tomado una pausa en su agenda durante la Semana Santa. Mientras los reyes, Felipe y Letizia, junto a la princesa Leonor , disfrutan de una escapada sorpresa a Zaragoza en familia, la emérita y su hermana, la princesa Irene, han presidido por primera vez el desembarco del Cristo de la Buena Muerte, en un acto histórico, en el puerto de Málaga.
Y lo ha hecho con un perfecto look de entretiempo (como el de Tenerife al que llevó una chaqueta ideal para primavera ), que acompaña a la bajada de temperaturas y a los fuertes vientos que protagonizarán los próximos días festivos.
La combinación escogida por la madre del rey Felipe VI para el acto no sólo ocupa todas las tendencias de primavera que estamos viendo tanto en las pasarelas como en el street style. También se trata de un look muy cómodo a la par que favorecedor gracias a tres prendas y un accesorio que pone el toque final.
Sofía ha llevado como prenda interior una canmisa blanca de cuello clásico que ha dejado entrever bajo el resto de prendas. Encima, una chaqueta de cuadros en blanco y negro que mezcla diferentes tamaños del clásico estampado de pata de gallo.
Para resolverlo al completo, doña Sofía lo ha combinado con un pañuelo negro a modo de capa, uno de los complementos que viene para quedarse esta temporada. Además de evitar el frío, le agrega muchísima elegancia al look y lo eleva a otro nivel.
Termina con unos pantalones de traje negros, uno de los más habituales de la emérita por su comodidad y versatilidad, y un bolso negro perfectamente integrado en el estilismo.
Sofía ha presenciado el 'Novio de la muerte' de los legionarios antes de desembarcar del buque Contramaestre Casado de la Armada. Después ha pasado revista a las tropas, y al finalizar ha puesto rumbo a la plaza de Fray Alonso de Santo Tomás, donde continuan los actos solemnes en la iglesia de Santo Domingo.
A sus 84 años, la reina Sofía no abandona su agenda oficial. Y esta semana ha viajado de Palma de Mallorca, donde disfrutó de la Orquesta Sinfónica de Les Illes Balears, a Málaga para presenciar el impresionante desembarco de la legión y posterior traslado del Cristo de Mena.
Este es uno de los múltiples actos y uno de los más icónicos de la Semana Santa malagueña. La presencia de la emérita es histórica ya que hacía 30 años que no acudía ningún miembro de la familia real. El último fue don Felipe, entonces príncipe de Asturias, en 1996.
Se prevé que doña Sofía vuelva de nuevo a Mallorca en estos días, ya que el próximo domingo irá a la misa del Domingo de Resurrección que se celebrará en la Catedral de Palma y a la que muy previsiblemente acudirá junto a su hermana Irene de Grecia, de nuevo, como únicas representantes de la familia real.