Tamara Falcó, que acaba de cumplir 35 años, sufre un problema de tiroides que, según ha explicado en los últimos días durante su participación en la entrega de premios de una revista, está detrás de su evidente cambio físico. Sin embargo, el aumento de peso no es ni el único ni el síntoma obligatorio de las personas que padecen hipotirodismo.
Con la ayuda de la Doctora Elena Navarro, del Área de Conocimiento del Tiroides de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), damos respuesta a las preguntas claves sobre esta enfermedad:
Hipotiroidismo es una falta (total o parcial) de hormonas tiroideas en sangre, que se debe a un funcionamiento defectuoso de la glándula tiroides, de forma que esta no es capaz de producir suficiente hormona tiroidea para mantener el cuerpo funcionando de manera normal.
Esto puede ocurrir por una enfermedad autoinmune, que se suele desarrollar lentamente a lo largo de años (tiroiditis autoinmune es la causa más frecuente de hipotiroidismo), por la extirpación mediante cirugía de la glándula tiroides, por tratamientos con yodo radioactivo, por la toma de algunos medicamentos (amiodarona, litio, interferon), por falta de yodo o por mal funcionamiento de la glándula hipofisaria.
Tal como explica la Dra. Navarro, hay que hacer las siguientes consideraciones previas:
El hipotiroidismo no posee ningún síntoma característico y no existe un síntoma presente en todas las personas con hipotiroidismo.
Todos los síntomas que pueden tener las personas con hipotiroidismo también pueden presentarse en personas con otras enfermedades.
Los síntomas solo están presentes cuando el hipotiroidismo no está tratado y desaparecen cuando tras el tratamiento las hormonas tiroideas se normalizan.
Habitualmente los síntomas comienzan de forma lenta e insidiosa.
Con estas consideraciones previas, los síntomas más frecuentes en el hipotiroidismo no tratado son piel seca (disminución de la sudoración), cansancio y debilidad muscular, estreñimiento, lentitud en los movimientos, intolerancia al frio, lentitud mental, tristeza, caída de cabello y fragilidad en las uñas, ronquera, hinchazón de piernas, manos y cara, discreto aumento de peso, disminución de la audición, alteraciones menstruales, hipertensión, pérdida de deseo sexual.
No es uno de los síntomas más habituales, ni el más significativo, según asegura la experta de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, quien destaca que puede producirse una discreta ganancia de peso, que no excede al 10% del peso corporal, y que se debe al menor gasto metabólico y a la acumulación de líquidos, pero la obesidad no es característica del hipotiroidismo y por supuesto este discreto aumento de peso solo ocurre en el hipotiroidismo no tratado, cuando está adecuadamente tratado y las hormonas tiroideas son normales, los síntomas, desaparecen.
El hipotiroidismo no se puede curar, pero en casi todos los pacientes el hipotiroidismo se puede controlar por completo. El tratamiento consiste, tal como indica la Doctora Navarro, en la administración por vía oral de hormona tiroidea (levotiroxina sódica), tomando un comprimido diariamente, sustituyendo completamente el funcionamiento del tiroides y se consigue mantener unos niveles de hormonas tiroideas en sangre completamente normales, de forma que aunque su tiroides no pueda funcionar normalmente, el reemplazo de hormona puede restaurar los niveles de hormona tiroidea en su organismo y las funciones de su cuerpo. Las píldoras de tiroxina sintética contienen hormona exactamente igual a la que produce normalmente el tiroides y hay disponibles comprimidos de diferentes dosis.
El tratamiento en la mayoría de las ocasiones es crónico, es decir se precisa durante toda la vida. La dosis es variable en cada persona y se controla con analíticas periódicas. Generalmente se consigue la normalización de las hormonas tiroideas en sangre a las 6-8 semanas de iniciado el tratamiento y posteriormente solo se precisan 1-2 controles analíticos anuales, ya que puede ser necesario cambiar la dosis de tiroxina con el tiempo, aunque en general es un tratamiento muy estable, siempre y cuando se tome la dosis de medicación indicada de forma regular. El paciente ha de comprometerse con un tratamiento de por vida, si toma sus pastillas todos los días y colabora con su médico para conseguir y mantener la dosis adecuada de hormona tiroidea, se puede mantener su hipotiroidismo totalmente controlado durante toda su vida, los síntomas desaparecerán y no se verá afectada su calidad de vida.
En los recién nacidos las consecuencias del hipotiroidismo son muy severas, pues determina anormalidades severas cognitivas, neurológicas y del desarrollo si el tratamiento no se comienza de forma precoz. Por ello a todos los niños en la primera semana de vida se les realiza un test al nacimiento para detectar anomalías del metabolismo entre las que se incluyen la determinación de hormonas tiroideas (prueba del talón).
En las mujeres embarazadas el hipotiroidismo no tratado, o tratado de forma inadecuada se ha asociado con anemia, anormalidades de la placenta, partos prematuros, niños de bajo peso al nacer, y hemorragia en el postparto. Esto ocurre en mujeres con hipotiroidismo severo, si es leve la mayoría de las mujeres con hipotiroidismo leve pueden no tener ningún síntoma. Pero la hormona tiroidea es crítica para el desarrollo cerebral del bebé, cuando hay hipotiroidismo materno severo no tratado en la madre puede conducir a un desarrollo alterado del cerebro en el bebé. Cuando el hipotiroidismo es leve (subclínico) algunos estudios recientes han sugerido que pueden existir ciertas anormalidades leves del desarrollo cerebral. Por ello la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición recomienda medir los niveles de hormona tiroidea en las mujeres embarazadas.
En pacientes con otras enfermedades de base fundamentalmente cardiológicas o respiratorias, ya que el hipotiroidismo no tratado puede agravar o descompensar su enfermedad de base
Cuando el hipotiroidismo no está tratado pueden alterarse las hormonas que regulan la ovulación y es frecuente la ausencia de ovulaciones, y que aparezcan trastornos menstruales, tanto retrasos, como sangrados abundantes. Ello puede determinar una disminución de la fertilidad, algunos estudios afirman que la frecuencia de la enfermedad tiroidea en mujeres con problemas de fertilidad es mayor comparada con un grupo de mujeres de la misma edad y tiroides normal, por ello se recomienda un estudio de función tiroidea en las mujeres con dificultades en conseguir embarazos. Este, como los síntomas anteriores desaparecen al normalizarse la hormonas tiroideas tras el tratamiento.
Por otra parte en caso de que se consiga embarazo, en el hipotiroidismo no tratado la probabilidad de abortos es mayor.
20 de enero-18 de febrero
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