“Candela me ha enseñado a tomarme la vida de otra manera, a estar feliz”

Dice bebe que ser madre es algo que está ahí, que se siente, que te agarra fuerte por dentro [se toca el estómago] y ya no te suelta nunca. Ese agarre le nació a ella hace seis años, cuando trajo al mundo a Candela. "Eres mi mejor mamá del mundo", me dice. Tiene cosas muy dulces...

Es muy madura para su edad, muy comprensiva, y me mima mucho. Además, aprendo de ella todo el rato: a tomarme la vida de otra manera, a estar feliz, a buscar soluciones, a no cansarme. Yo intento inculcarle que sea buena, generosa y amable, y también que aprenda a ponerse en el lugar del otro. Y el amor incondicional siempre están: nos abrazamos mucho".

Aunque Bebe siempre quiso ser madre, no tuvo prisa. "Se lo digo a todo el mundo: si lo deseas, dan igual las circunstancias en las que llegue la maternidad. Yo he tenido a mi hija en el momento en que ha llegado como un regalo de la vida, así que estoy feliz. Me lo he pasado muy bien anteriormente, he vivido todas las etapas y ahora mismo no cambio el levantarme todos los días con sus ojos y su cara preciosa por nada del mundo", se confiesa.

Y así lo canta junto a Candela (que corea la estrofa final), en Que llueva, uno de los temas más optimistas y alegres de Cambio de piel, su último álbum, con el que está de gira.

"Aunque suene a tópico, ser madre te da mucha más fuerza, ¡muchísima más! Cada mañana es alegría, no hay oscuridad. La fuerza que te da la maternidad yo no la he tenido antes. Es la fuerza de la tierra, de la vida misma", describe rotunda. Pero también tiene sus retos. "Lo más complicado es que siempre quieres hacerlo bien y no todas las veces lo consigues. Cuando me confundo, le pido perdón a mi hija y entonces le explico: "Es que es la primera vez que soy mamá".