Cómo cuidar el asma a diario

El cinco por ciento de los adultos españoles es asmático, pero la cifra alcanza el 12 % en el caso de los niños. El pasado 3 de mayo se celebró el Día Mundial del Asma, una enfermedad en aumento que dificulta la respiración de quienes la sufren. La Iniciativa Mundial Contra el Asma (GINA) busca, con la celebración de este día, concienciar sobre la importancia de las acciones de prevención para evitar situaciones crónicas.

Para los 2,5 millones de afectados de asma que han sido cuantificados en España por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), es esencial conocer la evolución de los tratamientos para paliar las consecuencias de esta enfermedad respiratoria. El asma se caracteriza por el desarrollo de crisis o ataques respiratorios con síntomas como tos, pitidos al respirar y sensación de ahogo.

Las dificultades para respirar son provocadas por la inflamación de las vías respiratorias, que se hinchan y se estrechan dando lugar a esa opresión en el pecho. La suma de diferentes tratamientos y procesos médicos conducirá a la mejora de la calidad de vida de los pacientes para lo que es necesario el diagnóstico del tipo de asma ya que el origen de la afección respiratoria puede ser diferente en cada caso.

A pesar de la cotidianeidad que ha adquirido la presencia de los inhaladores cerca de las personas con asma, estos no son los únicos medicamentos que sirven para controlar los problemas respiratorios. Existen fármacos de control que previenen las crisis respiratorias. Sustancias que, bajo prescripción médica y tomadas de forma continua, reducen los ataques derivados de sustancias alérgicas.

Por el contrario, cuando se producen ataques que dificultan la respiración, es necesario recurrir a medicamentos de alivio rápido. Se incluyen en este grupo los broncodilatadores de acción corta, es decir, los inhaladores, y los corticoides. Ejemplo crisis son los excesos de actividad física o situaciones ambientales adversas, como una sala llena de humo. Será el neumólogo el encargado de seguir la evolución de la enfermedad y sus progresos ante los fármacos.

“El uso de las llamadas vacunas tiene su posición en el asma infantil, claramente alérgico, y que no cede con tratamiento convencional. El uso en adultos está indicado en casos seleccionados. Es en este último caso donde los servicios de alergia inician y controlan los tratamientos”, afirma el doctor Carlos Egea del Hospital Vithas San José.

Junto con el neumólogo y el alergólogo juega también un papel importante el psicólogo, ya que el estado psicológico de quienes sufren de asma suele verse mermado. Según recientes estudios de la SEPAR, existe una relación entre el asma y cuadros de ansiedad y depresión. Sucesivos ataques respiratorios dejan huella en las actividades diarias de los pacientes de asma y un continuo estado de ansiedad supondrá un empeoramiento general de las condiciones de salud.

Conociendo la importancia del diagnóstico y el tratamiento, es posible aplicar ciertas pautas que mejoren el día a día de los asmáticos. Según el doctor Egea “el asma es una enfermedad controlable en la mayor parte de casos y es el objetivo de todos los tratamientos".