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Los niños que usan smartphones aprenden a hablar más tarde

Cada 30 minutos pasados delante de una pantalla se produce un riesgo de casi un 50% de retraso en el discurso oral expresivo.

Un niño con un smartphone. / adobe stock

silvia torres

Cada vez hay más investigaciones que apuntan a que exponer a un niño pequeño a muchas horas a una pantalla tienen consecuencias negativas para su desarrollo y para la creación de herramientas que le permitan socializar con su entorno. Ahora un nuevo estudio con alrededor de 900 niños de entre seis meses y dos años señala que aquellos que pasaban más tiempo interactuando con dispositivos como una tableta o un teléfono inteligente tenían más retraso en su discurso oral y su capacidad de expresión a través del lenguaje cuando se comparaban con otros niños que no jugaban tantas horas con estos gadgtes.

Cada 30 minutos pasados delante de una pantalla se produce un riesgo de casi un 50% de retraso en el discurso oral expresivo, asegura la investigación dirigida por pediatras del Hospital for Sick Children de Canadá. Los investigadores dijeron que no encontraron ningún otro efecto negativo en la exposición de bebés a dispositivos con pantalla. Es decir, esta actividad parece no afectar al desarrollo de otras herramientas de comunicación, tales como la gestualidad, el lenguaje corporal y otras interacciones sociales. Pero el impacto sobre el lenguaje, dicen, merece que se estudie con mayor profundidad.

“Lo que demuestra este estudio es que la intención de muchos padres de que sus hijos desarrollen el lenguaje mediante el uso de apps supuestamente diseñadas con ese fin no funciona”, explicó la doctora Jenny Radesky, profesora de la Universidad de Michigan. La doctora que no ha participado en el estudio explica que hay numerosas razones para que los pediatras no recomienden el uso de teléfonos inteligentes y tabletas en niños menores de 18 meses. En lugar de ellos insisten en que los padres deben pasar más tiempo con sus hijos para trabajar en el desarrollo del lenguaje de sus bebés.

Estudios más recientes afirman que las app no pueden enseñar el pensamiento simbólico ni la flexibilidad de la memoria, dos herramientas imprescindibles para entender el mundo. Incluso si los padres exponen a sus bebés app creadas exclusivamente para el uso educacional, ese tiempo invertido frente a una pantalla no será útil para que el niño entienda el mundo que lo rodea. “Es importante crear espacios desconectados y sacar tiempo para que la familia traspase sus conocimientos, a través de la interacción cara a cara, a los más pequeños de la casa.