Semana trece de embarazo: formación genitales

Comienza la etapa de mayor serenidad del embarazo, cuando los miedos de que se frustre parecen disiparse mientras que las incomodidades que causa el peso del bebé y el gran espacio que ocupa todavía no han aparecido. En esta semana el bebe alcanza los 23 gramos, todo un progreso en muy poco tiempo, aunque lejos del peso con el que nacerá de hacerlo a término.

Los rasgos faciales se moldean cada vez más y los ojos se van juntando en el centro del rostro, igual que las orejas van a su lugar. El feto ya tiene músculos para chupar en las mejillas, unos músculos que tendrán un gran protagonismo tras el nacimiento ya que son imprescindibles para su alimentación lactante.

Los genitales externos ya se pueden distinguir y los brazos, las piernas se estiran con velocidad. Otras articulaciones, como la de la cadera ya han madurado y los huesos se aprecian bajo la fina piel. El bebé flota confortablemente y se mueve cada día más. De hecho, si presionas el abdomen el bebé se moverá en búsqueda de ese movimiento igual que hará cuando nazca en busca del pezón para comer desarrollo del cerebro se refiere, ambos hemisferios comienzan a conectarse y las fibras motoras son las primeras en madurar. Después vienen los relacionados con los sentidos y con la alimentación. Es a partir de esta semana cuando se acelera la madurez de este órgano que será protagonista durante las próximas semanas.

En la madre gestante, uno de los síntomas típicos de esta semana es la congestión nasal. No se trata de un resfriado o de alergia sino de una consecuencia más de los cambios hormonales. Esto hace que todas las membranas mucosas tengan más secreciones, y por tanto, también las tienen las membranas mucosas de la nariz.

Las mamas comienzan a fabricar calostro y aunque es posible que la tensión en los pechos se haya estabilizado y te sientas más cómoda, pueden aparecer las primeras gotas de leche aunque lo habitual es que suceda en el tercer trimestre. Otro de los síntomas que notan muchas embarazadas en esta etapa es un incremento del deseo sexual. Si es así, no dudes en disfrutar con tu pareja con normalidad excepto contraindicación médica.

Continuar con los hábitos saludables es lo mejor que se puede hacer para cuidarse durante el embarazo, con una dieta equilibrada, abundante en agua, frutas y verduras, alimentos ricos en fibra y vitaminas junto a deporte diario suave. Presta especial atención a tus dientes y a tus encías. Si todavía no lo has hecho, recuerda hacer una visita al dentista y realizar una limpieza. Sigue los tratamientos que te recomiende el dentista y que no sean negativos para el buen desarrollo del embarazo. La mayoría de los tratamientos son inocuos para el feto.

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