Leiva lanza 'Monstruos' /
Leiva lo ha vuelto a hacer. El artista ha vuelto a lanzar un disco mayúsculo, con el sonido de la que puede ser la mejor banda de músicos de nuestro país (su 'Leiband') acompañando letras que son un mapa de sentimientos y confesiones, bajo la insuperable producción (otra vez) de Carlos Raya. Pero, sobre todo, con su voz de chico de barrio soltando una retahíla de metáforas bien hilvanadas que hacen pensar y sentir, que abren tantas heridas como baúles de los recuerdos y traen a la memoria historias de vida como estas:
"Cuando ya no esté esperando nunca nada, quizá pueda despegar" ('El último incendio'): por todas esas veces que somos nosotros mismos quienes nos ponemos fronteras que nos impiden avanzar. Por dejarse llevar y no pasarnos la vida esperando que pase algo.
"Te quiero con indecisión, te quiero con las alas rotas aunque no haya explicación" ('Sincericidio'): porque no siempre tenemos (ni debemos) encontrar el por qué a las cosas del corazón. Porque solo necesitamos entenderlo nosotros.
"Ábreme los ojos, sácame de esta oscuridad... solo quiero ser yo por una vez en la vida" ('Breaking bad'): porque necesitamos tener la autenticidad como máxima para no vivir una vida que no es la nuestra.
"Creías que sería el mejor. Cuidado con las expectativas" ('Breaking bad'): porque defraudar a alguien es duro, pero también lo es que se espere de nosotros algo que no somos, y que eso nos impida mostrar la que de verdad es nuestra mejor versión.
"Mientras todo se prendía tú estabas allí mismo y escuché cómo decías 'abrázame, todo vuelve a ser fácil'" ('Dejándose caer'): por todos esos abrazos que nos han devuelto la vida.
"Yo me engañaba con la prisa que tenía entonces y me enganchaba que no fueras de frente, aunque lo hicieras por mí" ('La lluvia en los zapatos')
"Vámonos a los tejados, con los gatos, amor. Hoy tus ojos, mañana el mundo, algún día los dos" ('Hoy tus ojos'): por todos esos amores soñados, por las miradas que hablan.
"Andando por la arena mojada, queriéndote sin querer. Ojalá lo descubrieras alguna vez" ('Hoy tus ojos'): y también por esos amores imposibles y en silencio, quizá los que más duelen.
"Que todos esos monstruos debajo de la cama se cuelan en tus sueños tan rápido. Impúlsate en mis hombros, apóyate en mi espalda" ('Monstruos'): por los miedos y, sobre todo, por quien aleja las pesadillas de nuestras noches más oscuras.
"¿Quién va a salvarme a mí de mi cabeza?" ('Electricidad'): de nuevo, por todas esas veces que somos nuestros peores enemigos.
"Yo ya estoy encontrando mi versión, no eras lo que vendías y voy a recordártelo" ('Medicina'): por todas esas cosas que hemos querido decir y quizá no dijimos.
"A veces saco los dientes, a veces quiero dejarte ir, a veces vamos de frente, a veces vuelvo a confiar en ti, a veces no me comprendes y el miedo a pensarlo vuelve a alejarme de ti" ('San Sebastián - Madrid'): por las indecisiones, por las idas y venidas, por el miedo y por todas esas veces que no nos atrevemos.
"Me veo tan lejos y te echo de menos a muerte. Te echo de menos tan fuerte" ('Palermo no es Hollywood'): porque todos hemos añorado alguna vez, y todos querríamos que nos echaran de menos así.
Como el propio Leiva dice en su cuenta de Twitter , este disco está hecho a corazón abierto, y eso se nota:
Este trabajo está hecho con el corazón para todos vosotros: #Monstruos Ya en @SpotifySpain https://t.co/ia2pC10a22
— Leiva Oficial (@Leiva_Oficial) 26 de agosto de 2016
Porque en 'Monstruos' Leiva habla de pasiones, de amor y desamor, de amistad y de polos opuestos, de imposibles, miedos y sueños, de cicatrices en el alma y lados oscuros. A veces melancólico, otras crudo, muchas poeta y siempre descarado y sin doblez, ya hay quien dice que este es su disco definitivo. No lo creo, porque él siempre consigue superarse, aunque parezca que ya es imposible. Y lo volverá a hacer.
"Vuelvo a ser el chiquillo de la portada. Profunda emoción. #Monstruos" (Instagram: @Leivaoficial_) /
Volverá a abrirse en canal y dejar salir un millón de sentimientos que nos remuevan por dentro y nos pongan la piel de gallina, como ocurre con estas 12 nuevas canciones que merecen escucharse despacito, respirando hondo y dejándose llevar: