Se supone que el objetivo de la publicidad, más allá de conseguir ventas, es llamar la atención del público, conseguir notoriedad y difusión, impactar al usuario y, por encima de todo, crear deseo y necesidad. Bien, pues si es así, Kenzo lo ha hecho todo bien en su nuevo anuncio.
La firma ha lanzado su nuevo perfume, Kenzo World, y en apenas un día han conseguido que todo el mundo esté hablando de él. Dirigido por por Spike Jonze ('Cómo ser John Makovich', 'Her', o la mayoría de los vídeoclips que más te han gustado de los últimos 25 años) y protagonizado por Margaret Qualley (la hija bailarina de Andie MacDowell), su éxito radica en su originalidad, en el descaro con el que se pasa de la raya para huir del 'bonitismo' y de lo cuqui que reina desde hace años en el universo de la belleza. Y eso nos encanta, porque la vida no siempre huele a algodón de azúcar y, por lo visto, los unicornios rosas no existen.
Hablamos de este anuncio a la hora del café, lo comentamos y compartimos en redes sociales, lo alabamos y criticamos a un tiempo, nos gusta y nos parece terrible a partes iguales, nos emborracha con su fuerza creativa hasta hacernos tener resaca visual, y a escondidas nos sentimos identificadas con el anuncio. Porque empatizamos con lo que vemos. Porque todas, alguna vez, hemos querido ser (o hemos sido) la chica de verde durante tres minutos y medio.
¿Conseguiremos ser la chica de verde del anuncio? Quizá podemos probar unas gotitas de este perfume a ver si funciona... Ahora Kenzo ya nos ha atrapado, ya ha conseguido su objetivo y ha hecho la mejor campaña que recordamos en años. Al final, lo único que queremos es poder hacer lo mismo que solo haríamos cuando nadie nos ve. Ser nosotras mismas sin caretas, aunque nos lo tenga que recordar la publicidad.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?