Empieza un nuevo año y nada mejor que proponernos mejorar la autoestima de nuestros hijos y favorecer su educación desde un perspectiva positiva. Introducir los elogios en nuestra relación cotidiana con nuestros hijos puede mejorar su comportamiento e incluso su independencia.
Los niños parecen muy avanzados en algunas cuestiones, especialmente en aquellas que tienen que ver con la tecnología y el mundo digital. Sin embargo, es importante que sean independientes y que realicen tareas cotidianas ya que, si son capaces de entender cómo funciona un smartphone, también son capaces de cargar un lavavajillas y de ponerlo en marcha.
No se trata de abrumarlos con tareas y exigencias, sino de procurar que se impliquen en algunas de ellas y se sientan capaces de realizarlas como adultos. Para ello, la disciplina positiva y alentadora es la mejor opción.
Paciencia: A buen seguro, el niño tardará en hacer la tarea más que un adulto, por eso, es imprescindible tener paciencia ya darle el tiempo que necesite para hacerla. En otro caso, sólo le pondremos nervioso y terminará por desistir disgustado y sintiéndose inseguro e incapaz
Cambio de foco: A partir de ahora, en lugar de hacer referencia e hincapié en los malos comportamientos, hay que empezar a poner el foco en los buenos comportamientos para que su refuerzo favorezca la repetición de los mismos hasta convertirlos en un hábito.
Firmeza: La disciplina positiva no significa permisividad, sino firmeza y respeto.
Del otro lado, están aquellas cosas que hacen que puedas echar por tierra los elogios con los que has trabajado:
En muchas ocasiones es fácil que se pierdan los nervios, tanto por parte del niño como por parte de las madres. Es normal y no hay que sentirse culpable por ello. En este caso se trata de reconocer el error y procurar reconducirlo.
Es importante que no haya gritos de las madres ni rabietas de los niños. En cualquiera de ambos casos hay que parar y dejar que se enfríe la situación, nunca intentar razonar o continuar con la escalada. Es imposible mantener una conversación entre voces y el niño no razonará cuando esté en plena rabieta.
No busques resultados inmediatos. Es imprescindible en estos casos que os deis tiempo.
El psiquiatra infantil y adolescente Timothy Varden, del Centro de Estudio Infantil de Langone, en Nueva York, asegura que si los padres elogian a sus hijos al menos tres veces cada vez que sus hijos obran bien, se entrará en una rueda virtuosa logrando que los niños se sientan motivados para seguir en la rutina positiva de modo que llegará un momento en que los niños repetirán los buenos comportamientos sin necesidad de premio alguno.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?