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Varices: algo más que un problema estético

¿Qué son las varices? ¿Por qué se producen? ¿Cómo podemos tratarlas? Respondemos a estas y más preguntas sobre una cuestión que va más allá de lo meramente estético.

Las varices van más allá de un mero problema estético./d.r.

Las varices van más allá de un mero problema estético. / d.r.

David Saldaña
David Saldaña

Las varices son dilataciones venosas, fundamentalmente de las piernas, aunque pueden darse en otras localizaciones. Se producen por una incapacidad de las venas de devolver la sangre utilizada por los tejidos al corazón. Estos vasos sanguíneos poseen en su interior y a lo largo de su recorrido una serie de válvulas parecidas a un nido.

Estas válvulas solo permiten circular el torrente sanguíneo en dirección al corazón, impidiendo que por el efecto de la gravedad, al estar de pie, la sangre circule en sentido contrario y se estanque. Como nos podemos imaginar, no hay muchas 'celebrities' que presuman de varices y ante el mínimo atisbo, salen disparadas a su médico. No obstante no se nos han escapado las de la diseñadora Victoria Beckham y las actrices Meg Ryan, Eva Longoria y Sarah Jessica Parker.

¿Por qué se producen las varices?

Normalmente existe un cúmulo de circunstancias que las desencadena. La obesidad o el sobrepeso hace que nuestros tejidos necesiten más sangre para funcionar, lo cual nos puede producir una sobrecarga en las venas. El trabajar o estar frecuentemente de pie produce un acumulo de sangre en las extremidades inferiores por un mecanismo de presión.

Por otro lado, nuestros músculos actúan exprimiendo las venas cuando realizamos un ejercicio y estamos activos. De esta manera, si llevamos una vida sedentaria, nuestro sistema muscular estará debilitado y no ayudará a devolver la sangre al corazón. La aparición de varices también es más frecuente si tenemos antecedentes familiares que nos pueden producir una predisposición a padecerlas.

Diferentes niveles

Esta sobrecarga de nuestras venas implica un círculo vicioso en el que sus válvulas dejan de funcionar, se acumula cada vez más sangre en ellas dilatándose hasta producir una variz. Según el grado evolutivo de la enfermedad, existen diferentes niveles, que van desde arañas vasculares visibles en la piel o pequeñas varices hasta los grados más avanzados de la enfermedad, con edemas, úlceras a nivel de la piel...

Además de la consiguiente molestia y desagradable efecto estético, si persisten los factores predisponentes y la variz no se trata adecuadamente se pueden producir complicaciones. Existen múltiples, como por ejemplo la ulceración de la piel, que puede afectar también a alguna variz y producir un sangrado, a veces muy severo y aparatoso. No es infrecuente pegarse un susto de muerte realizando una de las primeras jornadas de guardias hospitalarias cuando llega un paciente sangrando a borbotones por una variz y sorprendernos aún más cuando alguien más veterano le levanta la pierna, por encima del tronco e inmediatamente deja de sangrar bruscamente, para alivio de él mismo, de sus acompañantes y del médico o ATS novato.

No hay que confundirlas con las trombosis venosas profundas

Las varices también pueden tener tromboflebitis superficiales. En ellas apreciamos una especie de cordón inflamado y doloroso en la pierna. No hay que confundirla con las trombosis venosas profundas, que afectan al sistema venoso profundo de las piernas. Con dolor, edema e hinchazón de la pierna en la zona de los gemelos. Estas últimas constituyen una urgencia médica grave ya que pueden evolucionar hacia una embolia pulmonar que puede producir hasta incluso el fallecimiento.

El tratamiento de las varices dependerá fundamentalmente de la fase evolutiva en la que se encuentren. Irá desde el tratamiento con láser de las más pequeñas, como por ejemplo las arañas vasculares, la esclerosis con materiales parecidos a la espuma de las que son algo mayores, hasta la cirugía tradicional, en los casos en que esté indicada y que cada vez es menos invasiva y permite una recuperación más precoz de los pacientes.

¿Qué hacer si nuestro trabajo nos obliga a estar de pie?

Lo ideal es que realicemos cambios de postura, evitando permanecer estáticos, poniéndonos "de puntillas" por ejemplo. Usar medias de compresión, que podemos encontrar en muchas tiendas o acudir a alguna ortopedia especializada donde las fabrican a medida, con el grado de compresión precisa, según prescripción del especialista, y procurar sentarnos con las piernas en alto, cuando podamos.

Tenemos que tener presente que llevar una vida sana, con una dieta adecuada y realizar ejercicio físico regularmente, controlando la diabetes, la hipertensión y el colesterol, nos puede ayudar a prevenir la aparición de varices y sus molestas complicaciones.

También recuerde que este tipo de enfermedades, cuanto antes se traten mejor. Si alguien le dice o usted ve que comienza a padecer de varices, acuda pronto a un especialista, su salud se lo agradecerá.

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