Una mujer arrastra los pies por la tierra seca y polvorienta de un paisaje desértico. Tiene la mirada vacía, sus enaguas de novia cubiertas de sangre y lleva de las riendas un caballo cansado bajo el peso de dos hombres muertos. Así es como arranca 'La Novia', segunda película de la directora Paula Ortiz, una adaptación libre y fiel de 'Bodas de sangre', protagonizada por Inma Cuesta. Y que nadie nos acuse de desvelar el final, porque es la primera escena y porque, además, el drama es bien conocido. Es una gran historia de amor y una de las tragedias más bellas del imaginario español.
"Porque tú crees que el tiempo cura y que las paredes tapan, y no es verdad. ¡Cuando las cosas llegan a los centros, ya no hay quien las arranque!". Paula Ortiz e Inma Cuesta coinciden al elegir sus versos favoritos y los recitan cediéndose la palabra la una a la otra. Pero tienen otras muchas cosas en común, entre ellas, la misma edición de esta obra de Federico García Lorca que era su libro de cabecera cuando eran dos adolescentes ávidas de lecturas y emociones.
INMA CUESTA - Actriz protagonista en 'La novia'
Comparten confidencias con una complicidad fraguada en la dureza del rodaje, en el que se vieron las caras no solo con la intensidad de la historia, la dificultad del verso y del complejo universo lorquiano, también con la dureza física de un terreno desolado y azotado por un cierzo feroz. El resultado es una película de belleza hipnótica (con 12 nominaciones a los premios Goya), que consagra a Paula Ortiz como una directora a la que no debemos (ni queremos) perder de vista y a una Inma Cuesta que cambia radicalmente de registro para sumergirnos en un drama sobrecogedor.
"No había otra forma de llevar a este personaje a la altura que se merece más que sufriendo, abriéndome en canal el alma y el corazón. Ha sido lo más salvaje, visceral y sobrehumano que he hecho hasta ahora". Una historia que nos enfrenta con todas las contradicciones de la naturaleza humana: vida y muerte; pasión y razón; libertad y represión. De todo eso conversan directora y actriz, empezando por el principio:
Mujerhoy: ¿Por qué volver a Lorca? Paula Ortiz: ¿Y por qué no? Es una de las figuras más lúcidas y más luminosas que hemos tenido; uno de los faros de nuestra cultura. El mundo de Bodas de sangre es tremendamente atractivo, esa luna, esa tierra, esa novia, esa madre... Es la primera obra de Lorca que descubrí y para mí es la más esencial porque habla de una manera muy de entrañas sobre el amor y la muerte. ¿Quién no querría sumergirse en esa historia?
Inma Cuesta: Cuando éramos adolescentes, las dos teníamos la misma edición de Austral, en la que venían 'Bodas de sangre' y 'Yerma'. A mí me la regaló un tío mío cuando soñaba con ser actriz. Desde ese día se convirtió en uno de mis libros de cabecera: memorizaba textos y los recitaba. Así que cuando Paula me ofreció ser la novia, se me desbocó el corazón... ¡Pero ya me sabía media obra! Paula Ortiz: Descubrir a Lorca te conmociona, porque su obra tiene una gran potencia a muchos niveles: emocional, estético, ético... Yo agradezco a mis pades que me ayudaran a mirar en verso.
Inma Cuesta Mi madre me cuenta que a los cuatro años era muy atrevida y ya andaba yo subida en las mesas recitando... Bueno, y haciendo estriptis. Sí, tenía vocación precoz para las dos cosas. Afortunadamente, una se me pasó... [Risas] Paula Ortiz: Mis padres eran profesores de Literatura. Nunca me obligaron a leer nada, que creo que es una de las claves de la educación, pero he tenido siempre a mi disposición todos los libros, las películas, los cuentos, las fábulas... y detrás casi sin remedio vas tú. Ellos me han dado la confianza en la imaginación y en la creatividad y me han dado vía libre. El librepensamiento, que no es tan fácil.
Inma Cuesta: Yo tuve la suerte de tener un padre que todas las noches me contaba cuentos mitológicos (Ulises, Penélope, cíclopes, unicornios...) y todo eso me hacia imaginar. Pero lo de meterme en el mundo de Lorca fue intuitivo. Dice mi madre que yo era una niña con ansia por los libros. Paula Ortiz: Yo he sido también muy feliz leyendo y viendo películas. En un texto que escribió Lorca para la inauguración de la biblioteca de su pueblo explicaba muy bien ese sentimiento. Decía que cuando leía un libro, asistía a un concierto o a una obra de teatro era tan, tan feliz, que se ponía un poco triste porque quería que todo el mundo experimentara esa misma sensación. Ese es el poder de la cultura, que es un acto de solidaridad y de amor. Y eso se educa otorgándole ese valor como vía de felicidad y de unión.
Inma Cuesta: A pesar de que muchas veces se considere como algo innecesario. Paula Ortiz: Exacto. Parece que es un adorno, la última capa superflua de la sociedad que se puede sacrificar. Yo en clase [es profesora de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Barcelona] insisto mucho porque quiero que mis alumnos asimilen que nuestra profesión es tan socialmente imprescindible como otras. Sin los hilos de esencialidad y de sentido vital que tejen los narradores, los intérpretes, los músicos... nos deshumanizaríamos.
Inma Cuesta: Por eso este ha sido un reto y una gran responsabilidad, porque es una obra universal. Ser La novia de Bodas de sangre es un honor y un vértigo... Yo siempre digo que cuando me muero de ganas y a la vez de miedo es cuando tengo que lanzarme. Paula Ortiz: Sus temas siguen estando presentes en cualquier lugar del mundo. El amor, la venganza, los celos, pero sobre todo, la fuerza creadora y abrasadora del deseo.
Inma Cuesta: Creo que Lorca estaría satisfecho con el resultado. Lo hemos tenido presente durante todo el rodaje. Lo invocábamos continuamente: "Federico, ¿te ha gustado? Federico, ¿estás contento?". Y sí he sentido que además nos contestaba, de alguna manera. Durante una secuencia importantísima se me posó una mariposa blanca, y yo me movía de un sitio a otro, y ella volaba de mi brazo al pelo, o al vestido, pero no se iba. Me pareció muy mágico. También en la escena en la que los dos hombres están a punto de matarse, cruza la mariposa por delante. Ha sido un rodaje muy mágico, con una energía muy espiritual. Paula Ortiz: Y también había un búho que nos observaba siempre, estaba en la casa de la novia. El equipo le bautizó como Federico. Cuando tú estabas en la bañera, estaba en la viga.
Inma Cuesta: ¡No me digas! ¡Federico me estaba viendo desnuda! [Risas] La película es absolutamente fiel a su obra, a ese mundo onírico y surrealista. Es poesía pura, es belleza en cada plano, y creo que él estaría muy contento de que ese universo femenino y esa visión tan delicada que tenía haya sido reinterpretada por una mujer. Paula Ortiz: Porque Lorca es un escritor de mujeres. Ha creado los más grandes personajes femeninos, madres, novias, criadas... Son diosas, fuerzas de la naturaleza: las destructoras, las criadoras... Tu personaje y el de la madre tienen dentro la fuerza de la creación y de la destrucción, y del amor y de la muerte. Él tenía esa sensibilidad para calar en su alma, en sus contradicciones.
Inma Cuesta: Qué curioso que ciertos personajes te lleguen cuando puedes entenderlos, porque yo años atrás no hubiera entendido a la novia, en esa lucha interior por elegir. Ella quiere a esos dos hombres, pero uno es la pasión y la locura, y el otro es un compañero tranquilo. Uno está en la cabeza y en el corazón, pero el otro está aquí [señala el vientre] aquí [el pecho] y no lo puedes contener. La entendí muy bien desde el principio, porque eso me ha pasado. De repente, una vive un amor de esos que se te agarran y te vuelven un poco loca y entonces entiendes muchas cosas. Paula Ortiz: En la vida hay que experimentarlos los dos, el amor sereno y el arrebatado. Claro que aquel era un tiempo en el que vivían con una represión brutal, que García Lorca capta en toda su dimensión.
Inma Cuesta: "¿Tú sabes lo que es casarse, criatura?", dice la madre. ¿Quién lo va a saber? Hasta que no te casas nadie lo sabe. Paula Ortiz: [Risas] Nos hemos ido a juntar dos que no creemos nada en la institución del matrimonio. Yo sí creo en el compromiso, pero los papeles...
Inma Cuesta: En el corazón no hay papeles ni altares que manden. Yo creo en el amor absolutamente, pero no en firmas, ni en documentos. Jamás he soñado con bodas. Así que ya se lo he dicho a mi madre: "Si tenías ganas de verme de novia, ya me has visto!" [Risas]. Menos mal que mis padres son muy modernos y no nos dan la lata con esas cosas. Paula Ortiz: Pero aquellos eran otros tiempos. Y Lorca capta muy bien esa ansia de libertad tan fuerte en el contexto de puerta cerrada en el que vivían las mujeres. Esa frase que dice "Un hombre, unos hijos y una pared de dos varas de ancho para todo lo demás" no puede ser más clara y reveladora. De hecho, la obra está inspirada en un suceso real, y Paca "la coja", la verdadera novia, vivió hasta finales de los 80 encerrada en su casa.
Inma Cuesta: "Valiente y sola en tu casa a envejecer y a llorar"... Yo no me hubiera quedado en mi casa, ya te lo digo. No soy de las que siguen las reglas ni se amoldan a los convencionalismos. Pero soy de pueblo y entiendo la presión de los sitios pequeños. Paula Ortiz: Lo que yo he visto en mi familia es que en los pueblos, donde las condiciones de vida son mas duras, las mujeres se rescatan a sí mismas a través de la belleza. Esos momentos en los que se reúnen en torno al tocador, o se juntan a bordar, o a leer... son los pequeños detalles de la construcción diaria de la belleza que han hecho siempre a lo largo de la historia. Así hacen que el mundo sea mejor y que la vida merezca la pena. Porque la belleza importa, es imperativa. La estética va siempre pegada a la ética. La forma que tú le des a las cosas va muy pegada a su valor y significado.
Inma Cuesta: También es verdad que en los entornos así se crean relaciones familiares diferentes. Tengo recuerdos de llegar Semana Santa, por ejemplo, y juntarnos a hacer roscos y a pasar el rato juntas. Hablar, reír cocinar, coser con mi abuela... son recuerdos que guardo con cariño, de esa transmisión entre mujeres. Paula Ortiz: Son momentos de no olvidar de donde vienes, de raíz. Tiene algo de cíclico muy bonito, de la naturaleza, las estaciones, de las generaciones...
Inma Cuesta: Las cosas bellas inspiran sentimientos mejores. En 'La Novia' hay tanta belleza que emociona, que sobrecoge. Paula Ortiz: La película está construida como un viaje que te ensancha. Esto es algo que he aprendido de Juan Mayorga: que en realidad leemos o vemos historias para ensanchar nuestras existencias empequeñecidas
Inma Cuesta: Me siento especialmente orgullosa porque es una joya que pasará a la historia del cine. Y lo digo sin ningún pudor. Paula ha hecho algo extraordinario. Paula Ortiz: Al fin y al cabo, es una historia de amor. Y las historias de amor siempre son extraordinarias.