“Quiero crear perfumes sobre los personajes de mi familia”

Solo una Pozzo di Borgo puede crear un árbol olfativo (y genealógico) de su estirpe y que el resultado sea una marca de lujo. Les ponemos en antecedentes: los Pozzo di Borgo son una familia aristocrática corsa ligada a la historia de Francia desde Napoleón. Valentine, de 32 años, la dueña de esta idea fabulosa, está emparentada con Carlo Andrea Pozzo di Borgo, un noble corso que en su juventud perteneció al círculo cercano de Napoleón para luego convertirse en uno de sus enemigos más ilustres.

Para tener una referencia más contemporánea de sus apellidos hay que recordar la película francesa Intocable (2012), que contaba la historia de otro Pozzo di Borgo, Philippe, que tras quedarse parapléjico se hizo amigo de su cuidador, un emigrante con antecedentes penales a quien acaba instalando en la mansión familiar de la calle Université de París, un palacio comprado por Carlo Andrea en 1820.

Durante generaciones, los Pozzo di Borgo han cultivado el orgullo de pertenecer a un gran clan. Están muy unidos y varias veces al año se reúnen en la casa familiar de Córcega, el castillo de La Punta, construido con piedras de las Tullerías. "Nos encanta convivir en la misma casa. Nos conocemos muy bien y tenemos grandes personajes en la familia con carácteres muy marcados. Más de una vez se me ha pasado por la cabeza la idea de transcribir todos esos temperamentos en fragancias y crear una marca con el apellido de la familia", reflexiona Valentine Pozzo di Borgo durante su visita a Madrid.

"Cuando el perfumista Philippe Bousseron, vino a La Punta, "visualizó" cómo sería nuestra fragancia familiar", recuerda. Así nació 8 Mars 1764, el primer perfume masculino de Valentine, que, como no podía ser de otro modo, es la fecha de nacimiento de Carlo Andrea Pozzo di Borgo.

A nuestro encuentro ha llegado puntual, vestida con unos vaqueros y una camiseta de algodón. Cuesta creer que estemos ante una de las mejores amazonas de competición de Francia, íntima amiga de Carlota Casiraghi. Pero si los genes paternos de Valentine son de probado pedigrí, del otro lado su apellido también es muy sonoro: Givaudam, su familia materna es la fundadora de la mayor compañía del mundo de fragancias. Era cuestión de tiempo que ambas ramas genéticas se fundieran en un mismo proyecto.

De algún modo Valentine lo sabía. Después de terminar su carrera de Finanzas, pasar seis meses en Madrid y trabajar un año en China ¡gestionando el Duty Free de un aeropuerto!, volvió a París y creó Quintessence, una boutique de velas y fragancias, una decisión que tenía que ver con otra pasión: los caballos. "Tenía uno muy querido con el que había ido a competiciones muy importantes; sabía que si volvía a trabajar a una multinacional no tendría tiempo para entrenar y estar con él, así que monté la tienda", dice. Lo único que Valentine reprocha a la equitación es haberle dejado unas piernas "demasiado grandes".

Valentine ya comercializa otras fragancias, como 23 Janvier 1984, el día que nació. "Tuvimos varios intentos fallidos, porque se lo encargué a perfumistas que me conocían y todos me relacionaron con el iris. No me gustaron, así que decidí encargársela a Violaine Collas, que no me conocía. Me encantó la mezcla de iris (¡otra vez!) con higos y me reconocí inmediatamente. Es un perfume para personas como yo. Soy tranquila, pero con carácter, feliz y con mucha fuerza de voluntad".

Cada perfume se concentra en un carácter, que define con cinco adjetivos. Los de la fragancia de Valentine son elegante, discreta, energética, creativa y audaz. "He hecho otra a mi prima Chinalée, 24 Octobre 1985, y trabajo en varias sobre uno de mis abuelos, mi madre, un tío... ¡Somos 70!".