"Cuando la niña dijo que quería apuntarse a bádminton, yo no tenía ni idea de qué era... ¡Ni ella tampoco! Acompañó a una amiga y vino diciendo que se hacía con un volante de plumas. A mí aquello me sonaba a cualquier cosa menos a deporte. Pero a ella le gustó. Aunque al principio era mala con avaricia y, como no soportaba ni soporta perder, nos hacía pasar unos ratos horrorosos. Porque en cuanto no estaba de acuerdo con el árbitro, paraba el partido y partía las raquetas del enfado.
"La McEnroe del bádminton" la llamaba yo. Y discutíamos: "¡Se acabó, ni una vez más!", le decía. "Que yo no tengo necesidad de pasar esta vergüenza y estar en boca de la gente". Y ella: "Mamaíta, te lo suplico, por favor no me quites del bádminton". Cuenta Toñi, que "el peor momento fue cuando nos separamos de ella. La adolescencia entera me la he perdido, porque con 14 años se fue para Madrid, al Centro de Alto Rendimiento" nos comentaba.
Toñi García
Y seguía: "Aquella separación fue durísima, pero jamás le pedimos que lo dejara, porque los padres no podemos ser egoístas. Lo meditamos mucho y la dejamos en una habitación cochambrosa de la residencia Joaquín Blume. El padre empezó a llorar en Madrid y cuando llegamos a Huelva todavía seguía llorando. Pero ella jamás se quejó. Si lo pasó mal, se lo guardó para ella. Y ha sabido decir que no a muchas cosas".
"Cuando viene a Huelva no quiere salir de fiesta ni nada. Yo le digo: "Anda, vete, si Fernando no se va a enterar...", pero lo que dice Fernando [Rivas, el entrenador] es ley. En mi pueblo ahora me conocen como la madre de Carolina y me siento orgullosísima. Su padre y yo seguimos siendo los mismos, él es un repartidor de material de papelería y yo una celadora de residencia de ancianos, ya ves tú. Nuestra vida es igual. Pero orgullo sí, eso sí. Cuando la vi en los Juegos de Londres con los deportistas más grandes del mundo, con gente como Pau Gasol o Kobe Bryant... Todavía lo recuerdo y me emociono, y eso que aún no tenía opciones de medalla. Y ahora va a Brasil y nosotros estaremos con ella en su sueño olímpico. ¡Y me da igual el Zika! Muchas veces lo pienso y no me lo creo: "¡Madre mía, esta niña lo que ha logrado, las cosas tan extraordinarias que nos está haciendo vivir!" finalizaba Toñi.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?