Lena Headey tiene debilidad por los perros. Puede irse a trabajar a otro país y volver con cuatro perros que ha salvado de las calles. La actriz llegó a tener cinco en su domicilio, entre ellos un gran danés que se encontró moribundo en una perrera de Los Ángeles poco después de saber que estaba embarazada de su primer hijo, Wylie. "Solo tenía una oreja", recuerda Headey llevándose la mano al oído. "Y un diente. Tenía 11 años. No sé... me ganó por completo. No podía no llevármelo. Era tan elegante y, a la vez, tan desvalido...".
Lena Headey - Actriz
Headey, británica de 42 años, exhibe la misma combinación de carácter complejo y determinación que Cersei, su personaje en la serie Juego de tronos. La serie más popular del canal norteamericano de cable HBO se ha convertido en un fenómeno de masas y ha inaugurado la era de la televisión global: 170 países estrenaron a la vez su quinta temporada; 20 millones de estadounidenses vieron cada uno de sus capítulos y 14,4 millones de descargas ilegales en todo el mundo ha acumulado su capítulo final.
La sexta temporada acaba de empezar a emitirse (en Movistar+). Y, con ella, volvemos a ver a Cersei, en el punto más bajo de su regia carrera. Sí, a pesar de su posición privilegiada (es reina regente de Poniente, nada menos), Cersei siempre ha caminado al borde del precipicio y parece que esta vez se ha despeñado. Pero, tras su paseo de la vergüenza en el último capítulo de la anterior temporada, desnuda y humillada por las calles de la ciudad, nos preguntamos si agachará la cabeza o resurgirá más peligrosa que nunca.
En Juego de tronos, Lena encarna a la reina Cersei, miembro de los tortuosos Lannister. Amante de un hermano, enemiga de otro y, seguramente, la peor suegra del mundo, la regente es un personaje lleno de claroscuros.
Lena Headey supo de Juego de tronos gracias a su amigo Peter Dinklage, que en la serie interpreta a su hermano pequeño (el enano), cuando ambos rodaban la comedia Pete Smalls is Dead (en la que Headey encarnaba a la descacharrante novia de un Steve Buscemi con peluca afro rubia). Dinklage estaba leyendo un guion. "Recuerdo que me dijo: "¡Este episodio piloto es una puta maravilla, un delirio! Estoy leyendo una escena en la que me hacen una mamada. También hay incesto y tú podrías hacer de mi hermana".
Tras una reunión con los responsables de la serie, David Benioff y Dan Weiss, Lena Headey supo que Cersei estaba hecha a su medida: era majestuosa, pero también una mujer rota. Los personajes desestructurados son mucho más interesantes de interpretar, reconoce la actriz, que no tiene problema en admitir su afición "por esas cosas raras y siniestras que a los demás les hacen exclamar: 2¡No, yo nunca haría eso!". Pero a mí me encanta hacerlo porque no quiero ser solo una cara bonita que se pasa el día bebiendo champán".
Lena Headey - Actriz
Benioff y Weiss crearon la popular serie a partir de las novelas best seller de George R.R. Martin. Hicieron pruebas a docenas de actrices para el papel de Cersei. Todas la encarnaban como "una reina fría como un témpano. Pero cuando vimos la audición de Lena, nos llamó la atención el sentido del humor que le imprimía al personaje. Nunca nos habíamos imaginado a Cersei como alguien divertido".
El suyo es un humor seco, cortante, tan sarcástico como inteligente. "Con una peor actriz, veríamos solo a una mujer perversa -explica su amigo y compañero Peter Dinklage-. Pero en Lena intuimos también a una leona, quizá porque ella misma es madre. Viéndola, uno entiende que Cersei sería capaz de hacer cualquier cosa para proteger a su prole".
Headey, que está divorciada del músico irlandés Peter Loughran, padre de su hijo Wylie, asiente cuando le preguntamos si hay algo de ella en esa ferocidad. "Sí, sobre todo, cuando tiene que ver con mis hijos". Su instinto protector, suponemos, se ha visto incrementado, ya que en julio de 2015 nació su segunda hija, Ted. La actriz rodó la quinta temporada de Juego de tronos embarazada y hubo muchos rumores sobre quién era el padre de la criatura.
Pero ella no está dispuesta a hacer comentarios y, cuando nos interesamos sobre su vida sentimental, zanja la cuestión con un expeditivo: "Me gusta mantener mi vida personal en privado". En otros temas, sin embargo, la actriz se muestra más abierta.
Habla con un acento cantarín (que quita hierro a la ristra de tacos que usa) y subraya sus palabras con gestos y pantomimas. Sentada en la terraza de una cafetería de Studio City (Los Ángeles), mientras bebe café en vaso de cartón, Headey poco tiene que ver estéticamente con Cersei: viste un chaquetón de piel sintética con el que parece un osito de peluche, unos vaqueros y una camisa rosa holgada que podría confundirse con la parte de arriba de un pijama. En lugar de complicadas trenzas rubias, lleva su pelo negro cortado a capas, y se lo aparta de los ojos con unas gafas de sol a modo de diadema.
"Todo el mundo la conoce como la reina Cersei -comenta su amiga, la actriz Piper Perabo-. Pero, en la vida real, es muy normal, muy divertida y con un rollo muy rockero. Tiene tatuajes por todo el cuerpo y suele llevar el biquini bajo la camiseta por si puede escaparse a tomar el sol".
Esos tatuajes, sorprendentemente femeninos, son el resumen de ese juego de contrarios (le gusta boxear y el yoga) que convierten a Lena en una mujer fascinante. Y también tienen algo de obsesión: "Es terrible -confiesa-. Si paso ante un local de tatuajes y escucho la aguja, pienso: "¿Y si me hago uno pequeño donde no se vea?. Su antebrazo derecho está decorado con una jaula de pájaros con la rejilla abierta, y el izquierdo con unas avecillas en vuelo.
"No me gustan las puertas cerradas -explica esbozando una sonrisa-. Cuando entro en una habitación, los armarios deben estar abiertos". Y disfruta el momento de tatuarse. "Mientras te inyectan tinta no puedes echar a correr. Tienes que quedarte sentada y encontrar la forma de sobrellevarlo. Para mí es un momento de paz. Cuando intento meditar, pienso: Um, ¿debería hacer la compra en Ralphs o en Whole Foods [un supermercado de comida ecológica]? Con el tatuaje, me traslado a otro lugar". De hecho, con los tatuajes de su espalda (una flor de loto, un remolino de peonías y unas golondrinas que vuelan hacia su hombro) tuvo tiempo de sobra para encontrar la calma: le llevaron siete horas.
Las cinco primeras entregas de la serie se basaban en la saga literaria de George R. R. Martin. Pero la sexta se adelanta, por primera vez, a la pluma del escritor. Y puede pasar cualquier cosa. Estas son las grandes incógnitas.
¿Está muerto Jon Nieve? La quinta temporada se cerró con un fundido en negro después de que el lord comandante de la Guardia de la Noche sufriera media docena de puñaladas. ¿Sobrevivirá, morirá o será resucitado?
¿Qué será de Margaery? A pesar de su astucia, la actual reina de Poniente sigue pendiente de juicio. ¿Rodará su cabeza? ¿Y la de su hermano?
¿Morirá Tommen? Mejor dicho, ¿morirá en esta temporada? La profecía que escuchó Cersei de niña ya le advertía que sus tres hijos morirían. Y van dos de tres.
¿Qué hará Sansa? La mayor de los Stark parece, por primera vez, dueña de su destino. ¿Dejará de ser peón en el juego de tronos?
¿Hay noticias de mereen? ¿Es Daenerys líder o rehén de los dothraki? ¿La encontrará Ser Jorah? ¿Cuál será el papel de Tyrion? ¿Y de los dragones? La batalla en la Bahía de los Esclavos es inminente. ¿Quién sobrevivirá? ¿Llegará el invierno? Lleva cinco temporadas amenazando... y los caminantes blancos parecen listos para emprender el ataque.
Lena Headey nació en las Bermudas, donde sus padres, cadetes de la Policía británica, estaban destinados. A los cinco años, la familia volvió a Inglaterra, a Yorkshire. Confiesa que creció "como un espíritu libre con ideales", lo que más de una vez le llevó a meterse en problemas: Me gustaba hacer cosas como fumar a escondidas en el garaje. Me parecía cool, aunque los cigarrillos me sentaran como un tiro".
Con 16 años, montó junto a sus compañeros de clase el musical The Coca-Cola Dragon, una pieza escrita por ellos mismos sobre la guerra de Vietnam. Headey no le da importancia a este episodio: "No éramos más que una panda de adolescentes sosteniendo un fusil y diciendo: "Yo era un soldado que...". Sin embargo, fue una de las nueve obras seleccionadas en el concurso anual de jóvenes talentos del National Theatre de Londres para un montaje profesional.
"Cuando eres tan joven, es una experiencia increíble -continúa-. Vas a Londres, trabajas con un preparador de voz... y una noche te subes a las tablas con tu obra". Un director de casting vio su foto en el Teatro Olivier y le concertó una prueba. "Supongo que diría -elucubra, medio en broma-: "Esa cara tan rara... ¡Vamos a sacarle partido!". Y lo hicieron: logró su primer papel como la versión juvenil de la esposa de Jeremy Irons en la película El país del agua (1992). "Recuerdo que pensé: "¡Esto es una locura!". Cuando eres joven, no eres consciente de todo lo que está en juego".
Su padre, menos entusiasta, la presionó para que fuera a la universidad. La interpretación era algo ajeno al entorno rural en el que había crecido Lena, pero ya había probado el veneno y no pensaba renunciar a él, aunque fuera a base de pequeños papeles en Lo que queda del día, La señora Dalloway o El libro de la selva: la aventura continúa.
Pero la película que lo cambió todo fue '300' (2006), una epopeya tan espectacular como violenta en la que encarnaba a otra reina y que le abrió las puertas a un buen número de personajes duros y sexys a la vez, el más memorable, el de protagonista de la serie Terminator: las crónicas de Sarah Connor.
Lejos de los focos, Lena puede ser tan imponente como sus personajes. "A veces me siento en un mundo gobernado por hombres, y eso no es fácil -dice sobre Hollywood-. No puedo entrar en ese juego y a veces se malinterpreta a las mujeres con opiniones fuertes. Puedo llegar a ser muy borde. Hay momentos en los que me digo: "Cállate". Pero no, no me voy a callar".
Según Peter Dinklage, ese coraje es lo que la distingue como actriz: "Me da envidia. No le importa lo que piense la gente y hace lo que le viene en gana". Eso incluye alternar películas de acción taquilleras con otras más reflexivas. Por ejemplo, tras luchar contra criaturas gigantes antropófagas en La caverna maldita, se embarcó en el rodaje de Rosas rojas, una comedia romántica de "chica conoce a chica", en la que hace de florista que se enamora de una chica que va camino al altar. También estrenó, con Dinklage, Low Down, un largometraje oscuro y luminoso sobre el pianista de jazz Joe Albany, con John Hawkes y Glenn Close.
"Lena me dijo: "Yo no sé lo que es la vanidad del actor", comenta el director de Low Down, Jeff Preiss. "Y añadió: "No hay ningún límite de fealdad física que no esté dispuesta a rebasar". Tampoco quiere alabanzas vacías. "Le gusta la crítica -agrega Preiss-. No reaccionaba si le decía: "¡Bravo!". Al contrario, prefería que le dijese qué no había salido bien; eso le daba energía creativa para reinventarse".
Lena Headey
La interpretación de Headey como la esposa alcohólica y depresiva de Joe Albany es inolvidable. Y, de hecho, la actriz ha reconocido que ha tenido varios episodios de depresión desde la adolescencia. "Pero hace mucho que no tengo uno -afirma-. Creo que hay personas que tienen el cerebro cableado para pensar de forma racional. La gente que nunca se preocupa me llena de asombro. El mundo se puede estar viniendo abajo y ellos dirán: "¡Todo va bien!". Pero a medida que vas cumpliendo años y tienes hijos, aprendes a quitarle hierro a las cosas".
Peter Dinklage y su amiga Piper Perabo coinciden en que Lena alcanza sus mayores niveles de felicidad cuando está con sus hijos. "Entonces saca su parte más audaz sostiene Perabo. Se tira a la piscina, nadan juntos. Y hay cereales por todas partes". Lena y su exmarido, que vive en Los Ángeles, comparten la custodia de Wylie. "Es duro -dice la actriz de su separación, tras seis años de matrimonio-. Hay mucho dolor, tristeza y desilusión. Y pena, una pena inmensa. Es como superar un duelo, con la paradoja de que nadie se ha muerto".
Entre el rodaje de Juego de tronos, alguna que otra película y su casa en Los Ángeles, Headey no para de viajar. Cuando los niños no están con ella, se quedan con los abuelos maternos -en Yorkshire o en Los Ángeles-, o, en el caso de Wylie, con su padre. Cada día que pasan separados, Lena le envía dos vídeos: uno para desearle buenos días y otro para darle las buenas noches.
"No es fácil, te sientes culpable", reconoce. Wylie, el mayor, no termina de entender en qué consiste el trabajo de mamá, pero la apoya. Lena se lo llevó un día al rodaje de la secuela de 300, el origen de un imperio, pensando que disfrutaría con las escenas en las que se lucha con espadas. "Mamá, ¡son ninjas! -gritó el niño cuando empezó la acción-. ¡No te pases con ellos!".
Headey se resiste a pensar que es famosa, aunque tenga 632.000 seguidores en Twitter. "No me lo termino de creer. A veces, la gente me reconoce y lo primero que pienso es: "¿Pero cómo lo sabes?". En una ocasión, cuando estaba con su amigo Pedro Pascal (la Víbora Roja en Juego de tronos), unos fans le pidieron a Lena que les tomara una foto con él. Pascal estuvo a punto de desvelar que ella era Cersei, pero Headey le paró los pies. "Es muy generosa con sus fans y sabe manejarse -dice el actor-, pero no necesita ser el centro de atención".
Mientras el futuro de Cersei pende de un hilo, el de Lena se antoja brillante. Acabamos de verla en Orgullo+Prejuicio +Zombis como una aristocrática masacradora de muertos vivientes, proyecto que califica de "kitsch y maravilloso". Y proyecta una película basada en el libro H de halcón, que espera protagonizar y codirigir. Y aun así, la actriz sentencia que "no hay nada seguro".
"Ahora mismo -dice-, estoy viviendo un gran momento, pero sé que es temporal. Por eso, siempre pienso: "Vale, pongámonos en lo peor: ¿podría vivir en mi coche? ¿Eso podría funcionar?". Mis amigos lo llaman el enfoque catastrofista. Yo prefiero llamarlo puro realismo".
20 de enero-18 de febrero
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