“Los que me hicieron daño, me han hecho más fuerte”

Si tuviera que elegir un personaje que me ha sorprendido al conocerle en persona y charlar cara a cara con él, sin duda esa persona sería Pelayo Díaz. Su educación exquisita, su amabilidad, su sonrisa imborrable, sus ideas clarísimas, su tenacidad, su fuerza y su sensibilidad han hecho que sea mi gran descubrimiento del año. De los años, quizá...

La cita es en el Hotel Intercontinental de Madrid, y allí me espera 'Prince Pelayo' impecable para que saque punta hasta el más mínimo detalle de 'Indomable', el libro que acaba de publicar y que (contra mi propio pronóstico) devoré del tirón y con alguna que otra lagrimilla. El bloggero que nos enseñó que era un blog antes incluso de que los bitácoras estuvieran de moda en la moda (gracias al éxito de ' Katelovesme') se desnuda en primera persona, de puño y letra y con sus fotos más personales a través de 206 páginas en las que pretende "que la gente que solo me conoce por 'Cámbiame' sepa de dónde vengo, quién era; y que la gente que me conocía de antes, descubriera también cuál era mi fondo, quiénes son mis inspiraciones. Quería que me conocierais de una forma espontánea". Objetivo conseguido, sin duda.

Pero este solo ha sido uno de los muchos que suma Pelayo Díaz, porque haciendo referencia al título de su 'opera prima' nos cuenta que "indomable, más que un adjetivo, es una actitud. Tienes que rebelarte cuando las cosas no salen como quieres, tienes que pelear por conseguirlo. Pero indomable también es aceptar que algo no ha salido bien, pero seguir intentándolo a tope. Indomable es caerte y levantarte, aunque la gente te diga que no puedes". Y la palabra sale muchas veces a relucir durante nuestra charla...

Somos casi de la misma edad (bueno, él dos años más joven que yo), pero me gana por goleada en seguridad y confianza en sí mismo. Pelayo Díaz sabe bien que "los límites no existen, nos los ponemos nosotros, pero todos podemos llegar donde queramos (y nos dejen), porque tenemos mucho más aguante y fuerza de lo que pensamos. Y siempre podemos dar un poco más".

Quizá por eso está donde está, donde siempre ha soñado, porque "no te voy a decir qué es el éxito, te voy a decir lo que no es: el éxito no es conseguirlo todo a la primera. La clave del éxito es tener ilusión por las cosas que haces. Yo he hecho siempre lo que me ha dado la gana porque siempre me he empeñado en que mi vida fuera como yo quería, y no se me han caído los anillos por poner copas o vivir en la Zona 3 antes que en la 1 (de Londres), porque todo era por conseguir lo que perseguía".

Pero ese camino hacia el éxito no ha sido un camino de rosas. En su libro Pelayo cuenta historias de su infancia que ahora se llamarían 'bullying', pero que él prefiere definir como momentos y personas que "me hicieron mucho daño porque yo no entendía nada, no sabía por qué se reían de mí, pero los niños son muy crueles, pero es por inconsciencia y por inseguridad". Y ni una gota de rencor, al contrario. "Ya no necesito decir nada a los que me hicieron daño, porque al final me han hecho fuerte, y ahora me tienen que ver en la televisión cada día, incluso leerme. . No guardo rencor , tengo más cosas que agradecerles".

Su familia, siempre a su lado, ocupa una de las partes más emotivas de 'Indomable'. Sus padres, su hermana, sus abuelos ("mi abuela es una súper matriarca, es el pilar de la familia", me cuenta)... Pero también su familia elegida, los muchos y buenos amigos que ha ido encontrando por el camino, de Melania Pan a Gala González o Davidelfín, del que dice que "por eso, por tantos recuerdos, por confiar en mí, por todo lo que aprendí a su lado y por muchas cosas que solo él y yo sabemos [...] es una de las mejores personas que he conocido jamás, una de las personas que más me ha cuidado, valorado y que me ha hecho más feliz cruzándose en mi vida". Eso sí, ni una palabra de Nicolás Ghesquière... y mi obligación es preguntarle por ello: "No entiendo ni la pregunta, por qué tendría que aparecer, fueron rumores y no tengo nada que decir sobre ello". Capea el temporal sin perder la sonrisa, pero no deja lugar a la repregunta con la seguridad que muestra.

Esa seguridad es quizá una de las cosas que más atrapa de Pelayo Díaz, que confiesa que "soy muy sensible en el mundo amor, amistad... pero con una decepción laboral me crezco, y soy muy fuerte ante las críticas, porque llevo muchos años expuesto a que todo el mundo opine de ti. Y al final lo único que tiene que importarte es lo que dice la gente que te conoce y que te quiere".

Cuando le pregunto por qué Pelayo Díaz 'mató' a Prince Pelayo me matiza: "Prince Pelayo continúa, todos mis amigos me llaman así y mis redes sociales son así, pero ya no soy ese principito inocente. No es que la edad me haya quitado frescura, es solo que ahora tengo claro que hay que seguir al pie del cañón, que hay que seguir luchando. Si madrugas, trabajas y eres educado y positivo, las cosas te van a salir bien. Con tantas malas noticias alrededor, hay que alzar la vista y confiar en nosotros mismos para conseguir lo que nos propongamos". La asombrosa seguridad, de nuevo... ¡Qué envidia!

La imagen de esta frase en el libro llama poderósamente mi atención, pero Pelayo se mantiene implacable (y brillan aún más sus ojos). "No lo puedo decir a quién se lo diría... Esa foto está para una persona, y esa persona lo sabrá". Ojalá, porque se lo merecen.

Pelayo Díaz es ahora mismo uno de los rostros más mediáticos de la pequeña pantalla gracias a 'Cámbiame' (Telecinco), y le parafraseamos para empezar a hablar de moda: "es más importante la actitud que lo que llevas puesto", le decimos, y él apostilla que " lo importante es el halo que desprendes, qué confianza tienes, si tienes desparpajo, cómo te mueves y hablas, si eres educado... todo eso es lo que te vende como persona".

Si le preguntamos por un guardarropas perfecto, nos dice que "los dos vamos con camisa blanca (¡acerté!, pienso), es la prenda que no puede faltar nunca en un armario, como unos buenos zapatos o un bolso especial. Pero una buena camisa blanca, bien planchada y con un buen corte, es imprescindible". Eso sí, para acertar seguro, "una sonrisa es el mejor complemento".

Y no sabemos a quién cambiaría, pero sabemos a quién no: "nunca cambiaría a nadie que no me lo pidiera, jamás le diría a nadie 'vas como un cuadro' si no vienen a pedirme consejo. Todo el mundo debe vestir como le dé la gana". Incluso con calcetines blancos, que si lees 'Indomable' sabrás por qué se convirtieron en la seña de estilo de Pelayo Díaz.

" Me he liberado mucho con este libro, ahora tengo más hueco para seguir escribiendo". ¡Y nosotras no podemos esperar más para leerlo!