Cierto es que lo mejor de la noche del 26J estaba en Twitter gracias al ingenio de los internautas, hasta que en la sede del PP en la Calle Génova de Madrid sonó la bachata, Mariano Rajoy improvisó y después de decir que tenía innumerables personas a las que agradecer pero que "solo le voy a dar las gracias a mi mujer, que la tengo aquí", besó por sorpresa a su mujer Elvira Fernández, 'Viri'. En ese momento, los millones de españoles que estábamos pegados a la pantalla siguiendo el minuto a minuto de los resultados electorales nos quedamos sin palabras, se nos abrieron mucho los ojos y la boca, y no pudimos más que recordar otros 'momentazos' en directo que nos dejaron sin habla.
Porque cuando Rajoy besó a Viri, y después de recuperarnos del 'shock' inicial, todos recordamos aquel Mundial de 2010 en el que Íker Casillas todavía era 'el Santo' e interrumpió la entrevista que le hacía Sara Carbonero para besarla y cortar la retransmisión en directo. O cuando Clara Lago todavía no se había 'levantado en armas' contra los que hablaban de su vida privada y le plantó un apasionado beso en los labios a Dani Rovira en los Goya de 2014. O el día que Piqué se subió al escenario del Palau en pleno concierto de Shakira para dar más muestras de su amor en público. O los pocos y tímidos, y por eso más esperados, besos en público entre Don Felipe y Doña Letizia. O los espontáneos arrumacos en la calle que prodigaba la Duquesa de Alba (que en paz descanse) a su querido Alfonso Díez.
Entre los besos políticos, el más mediático hasta que llegaron Rajoy y Viri al balcón había sido el de Pablo Iglesias y Xavier Doménech en marzo en el hemiciclo del Congreso de los Diputados tras un discurso del líder de En Comú Podem. Porque el beso a Begoña Gómez con el que cerró su comparecencia postelectoral en Ferraz Pedro Sánchez nos gustó mucho también, pero no nos sorprendió tanto, ya que la pareja de candidatos (él a Presidente del Gobierno, y ella a Primera Dama al más puro estilo Michelle Obama) llevaba toda la campaña paseando su amor de norte a sur de España, y en cada aparición pública del líder del PSOE.
Y es que sean políticos, deportistas, cantantes o Reyes, nosotras lo que queremos son besos que nos dejen sin palabras. Como estos.
20 de enero-18 de febrero
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