actualidad

“Mi padre siempre decía que las personas fuertes batallan en silencio”

Estrella Morente se crece en el escenario y en el rito. Apasionada y libre siempre, ahora se estrena como Lisístrata en el escenario de Mérida y le hace justicia a su perfil griego y luchador.

Estrella lleva un vestido de Ulises Mérida./Cristina lópez

Estrella lleva un vestido de Ulises Mérida. / Cristina lópez

Isabel Navarro
Isabel Navarro

Sucedió el 2 de mayo, en el patio de la Real Casa de Correos, la sede del gobierno de la Comunidad de Madrid. En el coso, políticos de distinto signo pero idéntico traje se están rozando. Brindis, canapés. Sudor de mayo. Sonrisas de fiesta. Sonrisas ensayadas. Sonrisas elusivas. "Hoy no toca". Y entonces, sale ella. El broche. La artista. La nota de color, aunque vistiese de sobrio blanco y negro y llevara el pelo como las flamencas antiguas: moño bajo, raya al lado y sutilmente acaracolado.

Estrella Morente interpeta Volver, el tango aflamencado de la película de Almodóvar. No hay escenario y la artista se mueve entre políticos y sillas. Con una mano sostiene el micrófono, pero la otra se la va ofreciendo a algunas personas del público. Gallardón se la besa en un gesto admirador. Manuela Carmena duda o no la entiende y, frente a ella, Estrella se queda con el brazo tendido unos segundos. "Deme la mano, ¿no me va a dar la mano? Perdone", le dice la cantaora entre dos estrofas. La mirada fija en la alcaldesa. "Necesitamos unidad", le dice.

Después, cuando acaba la canción, se da la vuelta, baja el micrófono y se arranca a cantar sin amplificación la continuación del tango, pero con una letra distinta: "Disculpen que les cante pero ya estamos hartos de que en España no haya diálogo y esta es mi oportunidad". Políticos con cara de póker. Algunos con sorna. Más con vergüenza ajena que con vergüenza propia. Estrella se ha desgañitado para que la oigan y se va un momento. Se la ve más dubitativa que desafiante. Pero vuelve y le da la mano a Rajoy. Se nota que ella misma se siente insegura de lo que acaba de hacer. En la cronología de esa legislatura fracasada, que empezó el 20 de diciembre de 2015, el canto de Estrella Morente fue un broche de impotencia.

Lluis Llach y mi marido -un antitaurino y un torero- pueden ser, y loson, amigo íntimos

Estrella Morente - Cantante

¿Qué le estaba pasando por dentro? "No lo pensé, lo sentí. Fue una cadena de sensaciones. Esas cosas que no las controlas tú, que no piensas, que te salen del alma. Pero que tienes que controlar después, cuando la gente va y te pregunta y te pide explicaciones. Pero yo no dije nada. Los medios de comunicación se volvieron locos. Y yo me quedé muda. Me llamaban de todas las teles, de todas partes, y no paraban de insistir, pero corté radical. Yo solo había ido a cantar y no estaba dispuesta a ser su mono de feria. No me voy a jactar. Además es delicado hablar, porque si digo que lo que canté fue el sentir del pueblo, habrá quien no esté de acuerdo o no se sienta representado. Y yo respeto mucho".

Respeto es una palabra que surgirá una y otra vez en la conversación. Se nota que es un concepto muy importante para Estrella y lo subraya una y otra vez casi con veneración. El respeto como un pacto que le permite el encuentro con el otro. El respeto como salvoconducto. Un concepto que ha heredado de su padre, Enrique Morente, el hombre y el nombre al que vuelve una y otra vez en sus repuestas.

"¿Qué voy a hacer? Si a él se lo debo todo". Y al que probablemente no le habría sorprendido nada el tango que su hija les cantó a los políticos... "Cuando yo era chica, mi padre siempre me decía: "Aquí viene la Pasionaria", porque yo era muy reivindicativa. Pero cada vez he ido suavizando más ese punto tan guerrero. Mi padre siempre decía que las personas fuertes batallan en silencio. Y yo he procurado no olvidarlo".

A sus 35 años, Estrella está a punto de librar por primera vez la batalla del teatro. El 4 de agosto estrena en el Festival de Mérida La guerra de las mujeres (Lisístrata), una comedia de Aristófanes donde encarna a la protagonista, una ateniense que convence a las mujeres de que inicien un huelga sexual que detenga la guerra civil. Son las 12 del mediodía. Fuera cae el bochorno, ha habido otras elecciones. Nos sentamos en un sofá, casi en penumbra, y Estrella se pide una cerveza. Hablamos.

Yo soy de esas personas que se sienten siempre la víctima, pero en realidad no lo son.

Estrella Morente - Cantante

  • Mujerhoy: Tras tantos años subida a un escenario, ¿le asusta el teatro? Estrella morente: No tengo miedo, pero sí un respeto abismal. Cuando cantas estás dibujando melodías y eso te ayuda, de alguna manera, a engatusar al oído. Pero cuando estás interpretando, la musicalidad está en la palabra. Es algo muy complejo. Y convertir las palabras en música sin que lo sea me parece de mago...

  • Mujerhoy: Lisístrata tiene la singularidad de que es una obra donde las mujeres no se resignan al papel de víctimas de la guerra. ¿Le sorprendió el planteamiento? Estrella morente: Me encantó. Lisístrata habla de declararle la guerra al mundo en guerra. Su objetivo no es repartir octavillas ni conseguir el poder, sino transmitir el mensaje de que no podemos cruzarnos de brazos, de que la sumisión no vale.

  • Mujerhoy: ¿Alguna vez se ha sentido víctima? Estrella morente: Sí, claro, en muchas ocasiones. Yo soy de las personas que se suelen sentir siempre la víctima, pero que en realidad nunca lo son [Risas]. Cuando empiezas a entender eso, y te das cuenta de que ese victimismo es un fraude de tu propia personalidad hacia ti, empiezas a dominarlo y a crecer.

[Le traen otra cerveza, esta vez un poco más fría. La otra se la ha dejado entera]. "Yo me acuerdo de que de chica mentía para divertirme. Mi madre me escuchaba y decía "Qué barbaridad". Y mis amigas, que sabían que era mentira, pero estaban fascinadas, preguntaban: "¿Y qué más pasó?". Yo creo que lo importante es mantener en la vida un sentido de la imaginación... que puedas dominar, claro, porque si no te arriesgas a la locura. Pero sin imaginación no se puede vivir.

  • Mujerhoy: ¿No cree que la sexualidad de la mujer gitana está reprimida? Estrella Morente: Reprimidas no... Lo que están es calladas. [Risas] Hoy en día hay gitanas muy preparadas y padres muy respetuosos. Todo te lo da la casa. A los seres humanos solo nos diferencia un puñado de rayos de sol, que son los que se encargan de apretar la melanina. Lo demás son los principios. Si a ti te educan en una casa sin cultura, sin educación y sin principios, da igual de qué raza seas, estás atrapado. Lo importante es que estés preparado para ser feliz a pesar de que no todo el mundo va a estar de acuerdo con que seas gitano, con que seas musulmán o gay...

  • Mujerhoy: O con que seas taurino... ¿Cómo se siente últimamente con ese tema que despierta tantas opiniones encontradas? Estrella Morente: Yo no voy a tratar de convencer a nadie de que el animal no sufre. Ni siquiera me preocupa que quiten los toros de una fiesta. Cuanto menos toree mi marido [el diestro Javier Conde], mucho mejor. Ya sé que yo no voy a salvar la tauromaquia...

  • Mujerhoy: Pero la ama... Estrella Morente: Por supuesto. No solamente amo al torero y amo el mundo de los toros sino que yo, desde pequeña, he toreado. A mí me parece una de las artes más antiguas, más ancestrales. Un arte donde se debaten la vida y la muerte, en vivo... En ese momento en que el animal es dominado por los vuelos de una muñeca del hombre sucede algo místico. Una batalla interior que solo el torero sabe hasta dónde llega. Es muy difícil de explicar, pero hay un poema de San Juan de la Cruz que se llama Tras un amoroso lance, que yo he rebautizado como Conde [el apellido de su marido], que me parece lo más parecido a lo que me han contado los toreros sobre lo que sucede cuando se entienden la bestia y el hombre.

Las gitanas no tienen una sexualidad reprimida, lo que están es calladas.

Estrella Morento - Cantante

Y Estrella recita el poema entero. "Más el amor fue tan alto que le di caza al alcance...". Estrella Morente es una mujer que se crece en el escenario pero, sobre todo, en el rito. Hay un vídeo en YouTube donde se la ve toreando una vaquilla a oscuras en una plaza. Mientras da los pases, canta una copla que habla de toreros. Toda la escena es muy lorquiana..., como ella misma.

  • Mujerhoy: Me sorprendió una entrevista que les hicieron juntos, donde Javier Conde decía que el flamenco y el toreo parten del mismo punto, de una autodestrucción, que es una línea conductora de conocimiento de quien eres por dentro... ¿Qué quería decir? Estrella Morente: Ponlo. Por favor, ponlo. [Dice con la cara iluminada de admiración]. Porque nunca se ha dicho mejor esa búsqueda de los límites y de lo oscuro y de los rincones en los que uno se disuelve tanto en el toreo como en el flamenco.

  • Mujerhoy: No me ha contestado cómo se lleva con los antitaurinos. Estrella Morente: Normalmente la gente se duele tanto de la tauromaquia que se excede y dice barbaridades. Pero nosotros lo que hacemos es respetar. Mira, te voy a dar un ejemplo. Un día Javier me acompañó a una grabación que tenía en una masía con Lluis Llach, que es el catalán más antitaurino que puede haber. Y Lluis, el maestro, al principio estaba un poco tenso. Para mí era muy importante grabar con él, porque era cantar en catalán, porque era muy amigo de mi padre, por muchas cosas... El día te puedo decir que empezó distante y un poco tenso y luego fue avanzando en curiosidad, en preguntas, en diálogo... Lluis se fue con la misma opinión con la que había llegado, pero con una complicidad y una hermandad tan importantes... Hasta el punto de que ahora mi marido y él se llaman, no te digo a diario, pero cada dos por tres. Lluis escribe a Javier desde Mongolia y son íntimos amigos.

  • Mujerhoy: No hay duda de que forman una pareja de torero y folclórica bastante inusual... Estrella Morente: Yo a Javier nunca le he visto enervarse con este tema. Como mucho, si le apetece hablar, coge la muleta y torea. Ya está. Además Javier es un torero muy de salón. Muchas veces Estrellita o yo le embestimos. Él elige la música y el capote y nos salimos al jardín. Y luego a lo mejor nos ponemos a leer. Esos momentos son preciosos. Nuestra vida no es solo el cante y el toreo, es cocinar rico, es tener la casa limpia... A mí me encanta limpiar. Yo siempre tengo las manos así, apretadas. Ahora, cuando ha llegado el maquillador, me ha dicho: "¡Qué moderna Estrella, qué guapa, qué delgaíca te has quedao...!". Y eso está muy bien, son piropos que te ayudan, pero para mí lo más importante es que me recuerden como alguien honrado y con un pensamiento limpio. Con más errores que el que inventó los errores, sí, pero limpia.

Muy personal

El sexo en mi casa siempre se vivió con mucha naturalidad, pero de adolescente yo lo aprendí todo sola con el Vale. [La revista Nuevo Vale iba dirigida a chicas y llevaba secciones como "El truco sexual más adecuado según tu horóscopo2].

Lo llevaba escondido a todas partes. Yo es que soy muy vergonzosa, pero a la vez muy sexual, y siempre me ha encantado hablar de sexo. En realidad, en mi casa todo ha sido siempre tan natural que allí había de todo. Lo mismo una amiga tomando el sol como le daba la gana que otra al lado que era medio monjica".

Mi padre no era deportista, pero se ponía los esquís y era feliz. Ahora todo es muy chic en la sierra, pero antes en Granada eran los pastores los que se tiraban por la montaña. Lo malo es que yo esquío como ellos. Cuando llevo a mis niños a la Escuela Nacional de Esquí, todos me dicen: "Pero Estrella, ¡si esquías como El Sartenes! ¿Y qué le voy a hacer, si a mí me enseñó a esquiar El Sartenes?".

20 de enero-18 de febrero

Acuario

Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más

¿Qué me deparan los astros?