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Le costó conseguir el billete para los que serán sus segundo Juegos Olímpicos, pero el factor sentimental que para ella le sirvió para creer en sus posibilidades y alcanzar el objetivo. Duane da Rocha (Brisilia, Brasil, 7 de enero de 1988) es hispano-brasileña y, después de años alejada de su familia, por fin podrá reunirse con ella.
Su madre reflexionaba el pasado mes de abril para 'Mundo Deportivo' que es muy complicado vivir lejos de una hija, pero que entendía que tuviese que ser así, porque Duane, de la que no descarta que se cuelgue una medalla, está muy centrada en su carrera como deportista de elite. Añadía que no creía estar en la grada de Río para ver a Da Rocha. Los motivos, dos: el alto coste de billetes y hospedajes y las carencias de seguridad que se han puesto de manifiesto desde hace meses.
Dicen los que la conocen que Duane nació para estar dentro del agua y que su ambición le lleva a dar en cada entrenamiento incluso más de lo que se le pide y por eso ella misma se define como un "tiburón". Porque, a pesar de nadar de espaldas -su gran baza son los 200 metros, en los que disputará las eliminatorias este jueves 11 de agosto a las 19-36-, ella siempre ha mirado hacia adelante para ser algo más que una promesa de este deporte.
Duane asegura que para relajarse, escucha música antes de salir a la piscina a competir. ¿El qué? Música comercial, lo último que se pone en la radio. Pero, lo último que oyen sus oídos antes de meterse en la pileta, son los consejos de su entrenador y unas palabras de ánimo. Terminada esa rutina, ajusta las gafas y se lanza a nadar.
Hace cuatro años, Da Rocha fue escogida como la deportista más sexy de nuestra delegación -un título que en esta ocasión ha perdido, ya que se le ha otorgado a la pareja de voley-playa, Elsa Baquerizo y Lili Fernádez-. Ella lo considera una anécdota y no cree que sea algo machista, puesto que también se escoge a un hombre para darle al misma denominación.
Centrada ya en conseguir el mejor resultado posible, Da Rocha fue protagonista de una de las anécdotas de las que más se ha hablado desde que comenzaran los Juegos Olímpicos. El día de la ceremonia de inauguración, en las habitaciones de la Villa Olímpica, nuestras nadadoras realizaron un improvisado desfile con su compañera Mireia Belmonte como encargada de hacer falsa abanderada.
Que reine el buen rollo, pero, sobre todo, la ambición de una Duane que, esta vez sí, nada en casa.