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Nunca pensó Yulia Efimova que conseguir una medalla en unos Juegos Olímpicos le iba a suponer llevarse uno de los disgustos más grandes de su carrera deportiva. Pero, ayer, en el centro acuático donde se disputan las pruebas de natación de Río 2016 lo comprobó en sus propias carnes.
La nadadora rusa es una de las salpicadas por el escándalo de dopaje con el que tantas vueltas se ha dado hasta llegar a esta cita. Y una de las indultadas para que, finalmente, pudiera competir en estos Juegos. El público tiene memoria y se lo hizo pagar con creces.
Efimova tocó la pared de la piscina en segunda posición en la prueba de 100 metros braza. Instantes después, no solo era ignorada por sus compañeras de carrera, ya que ninguna le dio la enhorabuena por la medalla de plata que iba a conseguir, sino que la grada, de manera unánima, le dedicó un abucheo de los que llegan al corazón.
Yulia, que ha dado p ositivo no en una, sino en dos ocasiones -la primera por consumo de un anabolizante y la segunda por meldonium- fue finalmente exculpada por la FINA y no se ha perdido estos Juegos, pero quienes no están dispuestas a perdonar 'la trampa', son el resto de nadadoras.
Y estas últimas cuentan con el apoyo de los amantes del deporte como ayer quedó más que demostrado.