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4-11. Así de dura fue la derrota ayer de España en su debut en Río 2016 en waterpolo femenino, donde el equipo dirigido por Miki Oca defiende la plata conseguida en Londres 2012 -precisamente la final la perdieron contra Estados Unidos, escuadra que aplicó en la tarde de ayer ese correctivo a nuestra selección-,
Si hace cuatro años España llegaba a los Juegos como 'la gran tapada' y se iba con metal, en esta ocasión ha sido la polémica generada por le decisión del técnico de dejar a la capitana Jennifer Pareja (Olot, Gerona, 8 de mayo de 1984) en casa lo que precedía el aterrizaje de este combinado en Brasil.
Miki aludió a que Pareja no estaba en su mejor momento de forma y que él estaba obligado a llevar a las mejores. Ella, dos semanas después, contestaba revelando que los motivos que le dio en una primera conversación -no en la decisiva, en la que varía la versión- no eran deportivos, pero que no iba a profundizar en ello, porque implicaba a más gente.
Con todo y con eso, Pareja, que ayer sufrió desde su casa como la que más, escribía un mensaje de ánimo en las redes sociales a sus compañeras nada más finalizar el choque: "Es el primer partido esto va a ir a mejor, SEGURO!!Debutar contra una selección como USA, no es nada fácil! VAMOS QUE ESTO ACABA DE EMPEZAR".
Mientras ellas se conforma con ver a las que han sido sus compañeras desde la tele, había una mujer en el agua a la que le ha tocado asumir el rol de capitana de esta selección. Su nombre es Pili Peña (Alcorcón, Madrid, 4 de abril de 1986) y, además de una de las más veteranas de este equipo que lleva un ciclo olímpico para enmarcar, tiene la complicada tarea de conseguir que aquella polémica no lastre al grupo. "No defendemos la plata, atacamos el oro", se ha cansado de repetir en los medios.
Como buena portavoz, Pili era conocedora de que la pregunta sobre la ausencia de su predecesora como capitana iba a ser recurrente en todas las entrevistas previas a Río. "Lo más importante en este momento es creer en el equipo. Todas luchamos por un mismo objetivo y esto nos debe hacer mucho más fuertes. Cada una de nosotras deberá apretar un poco más en su ausencia. Tendremos que hacer un pequeño esfuerzo adicional", respondía tres días antes de ese primer choque con mucha tranquilidad y cabeza.
Esos son, quizá, los dos ingredientes que España necesita en estos momentos y que contrastan con el carácter fuerte que siempre imprimió y puso de manifiesto como seña de identidad Jenni. La madrileña es una persona de equipo y discreta y también hace una finta muy fina cuando se le pregunta por si le costó tomar el relevo de su excompañera Pareja: "Siempre me ha gustado ayudar al resto y no pienso que ser capitana tenga más importancia que la que tiene. Simplemente voy a ayudar en todo lo que pueda a todas las jugadoras del equipo, sobre todo, a las más jóvenes. Siempre me pego a ellas, porque de alguna manera te hacen revivir la ilusión de que cuando tú eras más joven".
Muy 'polite' como pueden comprobar. Si el problema extradeportivo fue con ella, con otra de las integrantes del equipo que compite en Río 2016 u otra persona, seguramente nunca lo sabremos -o tardará en salir a la luz-. Si Peña puede lidiar con este toro, afrontar el reto y liderar con mano de hierro, como hiciera Pareja antaño, lo veremos a partir del jueves, cuando dispute su segundo encuentro, contra Hungría a las 18.00 hora española.