Teresa Perales tras conseguir su primera medalla en Río, la 23ª para ella en unos Juegos Paralímpicos. /
Tiene 40 años y la ambición de quien acaba de empezar. Teresa Perales agrandó un poco más su leyenda en la madrugada de ayer al colgarse la primera de las seis medallas que va a intentar sumar a su cuenta particular en estos Juegos Paralímpicos de Río.
La aragonesa, que confesó una vez con el premio al cuello que le sabía a oro porque en sus cálculos estaba ser bronce en esta prueba de los 200 estilos libres, tiene ya en su haber nada menos que 23 medallas de Juegos Paralímpicos.
La ganadora fue Li Zhang, 24 años menor que ella, algo que para Perales fue determinate en el resultado final de la prueba: "La juventud de la china me ha podido en los últimos metros". Y confesaba haber tenido algunos problemas en los metros finales: "He llegado hasta mareada en los últimos metros pero era la única opción de intentarlo y lo intenté".
Aunque, sin duda, el momento más emocionante fue el del abrazo con su hijo, Nano, que con seis años ya va siendo consicente de las hazañas de su madre. "Y me ha dado un subidón y al entrar a por la medalla se me ha puesto un nudo en la garganta porque ya tiene seis años y se entera", relataba emocionada.