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La competición por el trono de la reina de la viralidad queda en casa de las Kardashian. La carrera a tres entre Kendall, Kylie y Kim se decanta por las Jenner, especialmente por Kylie, ahora que Kim se oculta de las redes y hasta de las revistas. Mientras la madre de North se limita a aparecer en el 'reality' familiar, un trabajo al que está obligada por contrato, la pequeña Kylie no hace más que filtrar bombásticas fotos de sí misma a Instagram, tomando el relevo a su hermana como la ego-celebrity más popular del globo.
En su ultimísima aparición la vemos totalmente desnuda, en la que es probablemente la foto más atrevida que se haya hecho jamás, totalmente recubierta con una capa de lo que parece pintura corporal azul metálico. Se trata, parece ser, de un proyecto junto a la fotógrafa Sasha Somsonova que, oh atrevimiento, algunos se han atrevido a comparar con el “Desnudo azul” (1902) de Picasso. Antes ya habíamos visto a su hermana Kim cubierta de pintura plateada o estratégicamente tapada con pintura blanca, coincidencia que no ha disuadido a Kylie de repetir la maniobra.
Parece que la señora West no levanta cabeza después del asalto que sufrió en París durante la Semana de la Moda. Sin embargo, no es sólo miedo lo que la paraliza. Han llegado a la red los rumores sobre una fuerte discusión del matrimonio causada por el despido del guardaespaldas Pascal Duvier, una decisión que Kanye West tomó a pesar de la oposición de Kardashian. Al parecer, esta se habría resistido en una fuerte escena de lloros y gritos y el cantante habría amenazado con dejarla y llevarse a los niños. “ A Kim le gusta fingir que es ella la que toma todas las decisiones, pero la verdad es que Kanye decide lo que se pone, donde cena y hasta qué amigos puede ver”, revela una fuente próxima a la pareja.