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Ivanka Trump se divorcia de Ivanka Trump. En un movimiento inesperado cuya lectura política tiene alcances inquietantes, la hija del Presidente electo ha hecho público un comunicado en el que anuncia que se distancia de su marca de moda, incluidos sus perfiles en redes sociales, que pasan a representar exclusivamente a su persona y no a su compañía. En el comunicado, Ivanka explica que la misión de su firma "no tiene una misión política" y que su espíritu es "inclusivo".
Las interpretaciones acerca de este sorprendente gesto no se han hecho esperar. Por un lado, podría tratarse de una reacción ante las críticas que recibió por llevar un brazalete de su propia firma (10.000 euros) en el programa 60 Minutos, donde su padre concedió su primera entrevista después de haber sido elegido. Pareció improcedente que utilizara la plataforma presidencial para hacer publicidad de su marca.
Además, muchos comentaristas comienzan a poner el foco sobre el preponderante papel que Ivanka parece desempeñar en la estrategia política de su padre, el Presidente Trump. Ayer, ella misma atendió telefónicamente al Presidente argentino, de la misma forma que hace una semana asistió a la reunión de su padre con el Primer Ministro japonés.
¿Puede ser este el primer movimiento de un progresivo distanciamiento del mundo de los negocios, que evite futuros conflictos de intereses en el caso de jugar un papel relevante en política? Todas las quinielas la señalaban como la Primera Dama de facto, sobre todo después de que Melania y Barron anunciaran que permanecen en Nueva York para que el niño no deje su escuela. ¿Acaso el Presidente Trump apostaría por destinar a su hija Ivanka a misiones más altas?