Sexo, mentiras y diarios que lo cuentan todo entre Sonsoles Icaza y Serrano Suñer

"Lo que escondían sus ojos", la serie de Telecinco que devuelve a la actualidad el romance prohibido más sonado de los años 40 en España, no ha hecho mucha gracia a los descendientes de sus protagonistas, Sonsoles de Icaza, marquesa de Llanzol, y Ramón Serrano Suñer, ministro y cuñado de Franco. De hecho, la primogénita de la Marquesa, Sonsoles Díez de Rivera, se ha negado a reconocer la veracidad de la serie y del libro homónimo de Nieves Herrero con un lacónico "no está pasando".

Sin embargo, no sólo está pasando que la historia de su madre está de nuevo en el candelero, sino que salen a la luz unos diarios que confirman fehacientemente el affaire adúltero entre el Ministro de Exteriores del régimen y la musa de Balenciaga, una relación que no era secreta para ningún miembro de la élite aristocrática franquista. Se trata de los cuadernos manuscritos de Eduardo de Rojas, conde de Montarco, secretario político de Serrano Suñer. Las referencias a la relación de su jefe con Sonsoles Icaza van de 1940 a 1955.

"Ramón me hablaba de lo absurdo que es en las mujeres el no comprender lo natural que es en el hombre el tener aventuras", escribe Eduardo de Rojas, reproduciendo una conversación con Serrano Suñer. De la naturalidad con la que refiere los encuentros entre este y Sonsoles Icaza, se infiere que la infidelidad era frecuente entre la élite franquista, mucho más permisiva de lo que manifestaba ser de puertas para afuera. De hecho, no sería nada raro que su mujer, Zita Polo, hermana de Carmen Polo y madre de seis hijos del Ministro germanófilo, supiera todo sobre los amoríos de su marido. El que sí sabía todo fue el Marques de Llanzol, que terminó reconociendo a la hija que su mujer tuvo con Serrano Suñer. Una mujer de biografía apasionante que, desafortunadamente, no está ya para contar su historia.

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