actualidad
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Estadounidense.
85 años.
La descubrieron a los 13 años, cuando esperaba el autobús en Nueva York. Ahora, a los 85, es la modelo senior más famosa del mundo. En el intervalo, una carrera meteórica, pero intermitente, y una vida llena de luces y sombras. A los 14 posó para Dalí a cambio de un retrato y siete dólares -"Fuimos amigos hasta que murió", afirma- y un año después hizo la primera de sus cinco portadas para Vogue.
Pero tras esa trayectoria se esconde una mujer que prefiere hablar de política. Se casó tres veces, tantas como dejó y retomó su carrera, y se arruinó dos por fallidas inversiones bursátiles (la última, por la estafa de Madoff). En 1985 escribió el libro "Mantenerse bella: secretos de belleza y actitudes de mis 40 años como modelo", donde reconoce haberse operado -"Si el techo se está cayendo, lo arreglas"- y atribuye su aspecto al yoga, a la "comida de verdad" y a evitar el estrés.
Señas de identidad. Su impecable melena blanca –dejó de teñirse el pelo a los 43 años–, su piel casi traslúcida y su porte aristocrático.
Una frase para la posteridad. “Si muero, será subida a mis tacones”.
Un consejo.“Las arrugas a veces no se pueden esconder; pero la vitalidad y la sonrisa, tampoco. Ahí está la verdadera belleza”.