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Estadounidense
88 años
En la tercera planta de los lujosos almacenes Bergdorf Goodman de la Quinta Avenida neoyorquina, un letrero que reza "Solutions Department" da la bienvenida a su feudo. Allí gobierna desde hace 40 años "la primera personal shopper de la historia".
En ella han confiado Lauren Bacall, Glenn Close o Meryl Streep. "Mi trabajo consiste en saberlo todo sobre mi clienta para asesorarla bien", cuenta. Jamás te recomendará un vestido sin mangas si has cumplido los 50 o unos vaqueros blancos -"los detesto"-.
Nunca ha utilizado móvil ni ordenador y no perdona un vodka antes de dormir. Su sarcásticos comentarios en el documental Esparcid mis cenizas en Bergdorf (2013) la convirtieron en una celebridad. "No puedo subir en el ascensor sin que la gente me pregunte: "¿Eres Betty?", cuenta orgullosa.
Señas de identidad. Amante de los accesorios llamativos y los trajes de chaqueta, lleva el pelo corto desde que era joven. "Voy a la peluquería menos cara de la parte alta de Manhattan".
Un consejo. "Puedes encontrar cosas maravillosas en H&M, solo tienes que saber cómo comprar. Si confías en el buen gusto de alguien, déjale que elija por ti y escucha sus consejos".