Susan Sarandon será, por siempre, la Louise de Thelma y Louise (1991), la road-movie de culto para el feminismo dirigida por Ridley Scott, que protagonizó junto a Geena Davis. Pero su sólida carrera abarca más de 40 años, y en ella se combinan películas tan diferentes como The Rocky Horror Picture Show, Las brujas de Eatswick, Atlantic City o Pena de muerte (por la que ganó un Oscar), dirigida por su pareja de entonces, Tim Robbins, con quien formaba el tándem más politizado de Hollywood.
Porque Susan Sarandon es también conocida por su activismo político y su compromiso con el ala más progresista del Partido Demócrata: durante las elecciones pasadas en EE.UU. apoyó activamente a Bernie Sanders.
Sarandon, que cumplió 70 años el pasado 4 de octubre, es eso que se denomina una actriz de carácter. También una de las más solicitadas: acaba de terminar el rodaje de la próxima película de Xavier Dolan, The death and life of John F. Donovan [Vida y muerte de John F. Donovan, todavía sin fecha de estreno en nuestro país] una fábula sobre la crueldad del mundo del espectáculo, en la que encarna a la madre neurótica del protagonista, interpretado por Kit Harington, el Jon Nieve de Juego de Tronos.
¿El argumento? Una gran actriz americana mantiene una correspondencia secreta con un niño de 11 años y, al hacerse público, provoca tal oleada de especulaciones y acusaciones que su carrera empezará a tambalearse. Pero además de su trabajo como actriz, Sarandon gestiona también varios clubs de... ¡ping-pong!, en Nueva York. Y su singular belleza, que sigue intacta, junto con la inmensa simpatía que se ha ganado entre las mujeres, le ha ayudado a formar parte del dream team de LOréal París.
Mujerhoy: ¿Siempre ha sido una mujer fuerte y segura? Susan Sarandon: No sé si tengo tanta seguridad en mi misma como parece creer mucha gente. Digamos que me esfuerzo para seguir avanzando, para evolucionar y valorar las oportunidades que se me ofrecen sin perder la curiosidad. No me gusta la idea de que el miedo me haga renunciar a cosas interesantes.
Mujerhoy: Fue la protagonista de un incidente sexista hace poco. En una ceremonia de entrega de premios, la del Sindicato de Actores (SAG Awards), se le criticó mucho por llevar un escote demasiado generoso y esto encendió las redes sociales... Susan Sarandon: ¿Sólo sexista? ¡Yo diría que era también discriminatorio con las personas de mi edad! En aquella ceremonia, todas las mujeres jóvenes -y digo bien, todas- que estaban en la primera fila llevaban los pechos fuera. ¿Y a quién fue a la que criticaron? ¿A quién le reprocharon que llevara una vestimenta "inapropiada"? A una mujer de más de 60 años, con el pretexto de que es inconcebible que una mujer de esa edad pueda sentirse orgullosa de su cuerpo. ¿Pero de qué estamos hablando? ¡Es una discriminación! Y, sin embargo, al mismo tiempo el apoyo que recibí fue tan grande que es mejor tomárselo simplemente con una sonrisa. Es delirante constatar hasta qué punto no se les deja hueco a las mujeres a partir de cierta edad.
Mujerhoy: ¿Significa esto que la sociedad no autoriza a una mujer que sea sexy pasados los 60? Susan Sarandon: Parece que ese es el mensaje que se envía, en todo caso. Después de los 40 años, se considera que las mujeres son solo madres de familia sin libido, y a partir de los 50, las actrices ya hacen de... ¡abuelas! Yo pienso todo lo contrario. Hay muchas mujeres de mi edad que están maravillosas y que asumen totalmente lo que son y lo que hacen.
Susan Sarandon - Actriz
Mujerhoy: Tiene usted una reputación de actriz activista, muy cerebral, casi intratable. ¿Es una ventaja ser inteligente cuando se trabaja en Hollywood, en una industria que valora sobre todo la apariencia? Susan Sarandon: No es exactamente una ventaja, y ni siquiera es una cualidad requerida como algo prioritario, aunque yo piense que nunca se es demasiado inteligente. La industria del espectáculo produce entretenimiento, no necesariamente inteligencia, aunque ambos aspectos puedan coincidir a veces. Por ejemplo, una película anecdótica como El profesor chiflado tiene algo interesante, porque el personaje simpático que conquista a la chica es el obeso y no el joven protagonista.
Mujerhoy: ¿Está haciendo una lectura política de El profesor chiflado? Susan Sarandon: Todas las películas tienen una dimensión política, que se puede percibir de forma inmediata o no. Y esto me gusta: todas estas polémicas sobre el racismo o el sexismo que agitan Hollywood en los últimos tiempos hacen que el debate avance, incluso si la buena o mala conciencia del cine no vaya a hacer que las mentalidades cambien en un abrir y cerrar de ojos. Estoy rodando en estos momento una serie para televisión [Feud] en la que encarno a Bette Davis en la época de su rivalidad con Joan Crawford, a la que interpreta Jessica Lange. Y me llama la atención hasta que punto las cosas no han cambiado nada desde los años 60: se sigue enfrentando las mujeres entre ellas y se las sexualiza más de lo necesario.
Mujerhoy: El panorama no parece muy alentador... Susan Sarandon: Sin embargo, hay un lado de las cosas que sí ha cambiado, y es en el que concierne a las actrices cómicas, como Melissa McCarthy, Rose Byrne, Kristen Wiig, Tina Fey o Amy Schumer: estas mujeres, divertidas, descaradas y con talento están inventando un género nuevo al tiempo que trastocan las reglas establecidas. Pero siguen siendo una minoría: la mayor parte de las mujeres sobreviven con dificultades en Hollywood. Piense en la larga lista de actrices que empezaron con 20 años y que hoy han desaparecido.
Mujerhoy: Explíqueme cómo una actriz declaradamente activista como usted se convierte en una embajadora de una firma de belleza... Susan Sarandon: Cuando LOréal Paris me preguntó si aceptaría colaborar con la firma, les dije: "¿Están ustedes seguros de su elección? ¿Les cuadra la persona que soy, tal y como soy? Porque no voy a cambiar o renunciar a mi libertad de expresión...". Me respondieron que por supuesto, que sobre todo no querían que cambiara en nada. Mis primeras interlocutoras eran mujeres y tuve la impresión, desde el principio, de que encajábamos como un guante. Y luego tengo que decir que me encantaba su primer eslogan: "Porque yo lo valgo". Me encanta la idea de ponerse guapa para una misma y no para seducir o gustar a un hombre.
Mujerhoy: Algo le habrá tenido que costar... Susan Sarandon: Creo que no soy la mujer más sociable del mundo: me prodigo poco en los eventos, por ejemplo. Sin embargo, sé que las otras embajadoras de la marca -Julianne Moore o Naomi Watts- son mujeres extraordinarias y eso hace que me parezca fantástico pertenecer a este equipo.
Mujerhoy: ¿Se ha acostumbrado ya al ritual de la alfombra roja? Susan Sarandon: No, no me siento cómoda con eso, aunque haga bromas con mis compañeros. Aún no sé muy bien cómo llevarlo...
Susan Sarandon - Actriz
Mujerhoy: ¿Cuál es la receta para una carrera duradera? Susan Sarandon: No tengo la menor idea. Cada vez que fui madre, me decía que no regresaría a Hollywood y que nunca más volvería a hacer una película. Y sin embargo, ¡aquí sigo! Pero soy lo que se llama una actriz de carácter; imagino que es un estatus un poco especial. Esto también es válido para algunos hombres más bien guapos, como Sean Penn, Jeff Bridges o Brad Pitt, que no tienen miedo a afearse en la pantalla para obtener papeles más intensos y singulares, una condición para la longevidad como actor. Al final, estas carreras, las que se construyen sobre el riesgo y el ir a la contra, son las más interesantes.
Mujerhoy: Su belleza no tiene nada que ver con los estándares de Hollywood. ¿Cómo se relaciona con ella? Susan Sarandon: Yo misma no lo entiendo bien. No sé. Me acuerdo de Algo prestado [una comedia de 1988, con Kevin Costner], una película para la que me contrataron por eliminación, por ejemplo: ninguna de las actrices a las que les ofrecieron el papel quiso hacerlo. En aquella época, yo estaba en Italia, pero me gustaba tanto el guión que hice un viaje de ida y vuelta de 24 horas para hacer una lectura ante los productores. Eso es lo que se llama suerte.
Mujerhoy: ¿Cómo definiría lo que significa ser una estrella en el cine? ¿En qué consiste ese carisma particular que marca la diferencia entre los actores y las estrellas? Susan Sarandon: Hay en efecto actores que solo se asientan sobre ese carisma,, y que son ellos mismos en cada uno de sus papeles, siempre muy identificables y muy estrellas. Es algo que les viene muy bien a los grandes estudios, que detestan arriesgar, pero que adoran los beneficios económicos que generan estos "iconos": Hollywood valora más la popularidad que el talento. Conocí a Burt Lancaster, con el que rodé Atlantic City. Tenía esa cualidad de estrella. Y de pronto, dio un giro. Actuó en películas como El hombre de Alcatraz. El público estaba desconcertado, pero fue en esa segunda carrera en la que dió lo mejor de sí mismo.
Mujerhoy: Última pregunta: ¿es usted feliz? Susan Sarandon: Vivo el instante, y hoy soy feliz. Estoy contenta de ver que el sistema se mueve y que hay debates importantes sobre la democracia. Soy una optimista incorregible.
Susan sarandon no es la típica celebrity que es activista ocasional. Solo hay que recordar que su primer arresto fue en 1982 (por “desobediencia civil”) y que pasa por ser una de las feministas más enérgicas de la industria. Algunos ejemplos:
El 30 de marzo de 1999, la actriz fue arrestada junto a otras 219 bajo el cargo de “desorden público” por protestar tras la muerte del inmigrante africano Amadou Diallo a manos de cuatro polícias.
Ese mismo año, fue nombrada embajadora de buena voluntad de UNICEF. Desde entonces ha recorrido el mundo abogando por los derechos de los niños.
Desde hace más de dos décadas apoya el trabajo de Heifer Internacional, una organización que lucha contra el hambre y la pobreza en países en vías de desarrollo
El 15 de octubre de 2010, fue nombrada embajadora de buena voluntad de la ONU.
En septiembre de 2011, apoyó el movimiento Occupy Wall Street, respuesta americana al 15M español. En esos días se pasó por las manifestaciones para recomendar a los jóvenes evitar la dispersión en su mensaje.
En 2008, apoyó a Barack Obama. En las primarias del Partido Demócrata de este año respaldó al progresista Bernie Sanders, pero tras la elección de Hillary Clinton como candidata frente a Donald Trump anunció públicamente su abstención dado el “historial de corrupción” de Clinton. Cuando un periodista le preguntó por qué no votaría a la que podría ser la primera mujer en ocupar la Presidencia de Estados Unidos, le espetó: “Yo no voto con mi vagina”.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?