actualidad
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Desde 2006, con el segundo mandato de su esposo, el presidente Daniel Ortega, lo es todo en su país. Y si se ha dicho que tras un gran hombre hay siempre una gran mujer, Rosario es la que está por delante. Se ha casado tres veces, la última por la iglesia, en 2005, con Ortega, al que está unida desde los tiempos de la revolución sandinista, cuando era la poeta guerrillera Chayo.
Cuando conoció al presidente en 1978, estaba divorciada y tenía dos hijos. En estos años, los esposos han fabricado una familiocracia. Entre los dos tienen nueve vástagos, todos colocados en los grandes corredores del Estado. Y no hace falta perspicacia para adivinar que Daniel (71 años) y Rosario (65) los han criado como sucesores.
Rosario Murillo de Ortega - Sobre su encuentro con Daniel Ortega en el exilio (La Prensa, 7 de agosto de 2016).
Se estrenó como primera dama con la llegada a la presidencia de Ortega en 1980 y comenzó una escalada que la ha llevado a ser no ya el alter ego sino el ego de la pareja, haciendo de su marido casi un florero. Desde 2006 ha ejercido como portavoz del régimen, una jefa de Gobierno de facto que abronca en público a los ministros, lee comunicados y anuncia las líneas maestras de un gobierno que ordeña todas las ubres, notablemente las del chavismo venezolano, que surte a Nicaragua de crudo a precios de saldo.
En el tercer mandato de Ortega -el actual es el cuarto- el matrimonio se embarcó en el proyecto fantasmagórico de un canal que rivalice con el de Panamá, financiado por un industrial chino. Nicaragua es un fenómeno fuera de lo común. Un monstruo híbrido, dictadura de hecho en la que se destituyen diputados, ilegalizan partidos y reina el ordeno y mando, con una fachada democrática. Y aunque hace causa común con la Venezuela chavista, está a partir un piñón con la Iglesia católica y la burguesía.
Rosario, una belleza avejentada, rictus que es mueca, no posee Nicaragua como una finca, lo que se decía de los Somoza, sino como presidenta de un Consejo de Administración, en el que su esposo es apenas apoderado. La dictadura por presidente interpuesto.
Murillo nació en 1951 en Managua, en una familia acomodada. Su madre era cobrina de César Augusto Sandino, icono nacionalista en cuyo nombre derrocaron al dictador Somoza.
Tras sumarse al Frente Sandinista de Liberación Nacional, se exilió en Costa Rica y Venezuela. Allí conoció a Daniel en 1978. Volvieron al país con el triunfo sandinista.
Fue diputada entre 1984 y 1990.
Tras ganar las elecciones en 2006, ha sido portavoz del Gobierno, asesora del FSLN y presidenta del Consejo del Poder Ciudadano.
Desde el 7 de noviembre, es vicepresidenta de Nicaragua.