Lo que las marcas pueden aprender de la campaña feminista de Audi

La marca de coches de lujo quiere 'cambiar el juego' y, por eso, ha lanzado un corto de animación en el que una muñeca Barbie destinada a confirmarse con una vieja carroza de princesa, se pone al volante de un cochazo de la marca, el deportivo R8. "Jugar, como conducir, no debería entender de género", explica una leyenda al final de 'cuento'.

Un consejo perfecto para unas Navidades en las que el rosa y el azul vuelven a dominar en los catálogos de venta de juguetes.

En el anuncio de Audi, la muñeca juega con coches mientras ellos toman delicadamente el té, un mensaje fundamental para que las niñas interioricen que pueden hacer lo que deseen con sus juegos y con su futuro. Sigue siendo un problema que las jóvenes rehúsan matricularse en las ingenierías a pesar de ser mayoría en muchas otras titulaciones. Las carreras con más y mejores salidas profesionales, las de ciencias, tecnología e ingeniería (sobre todo las relacionadas con el motor, como mecánica o electrónica) no reclaman a las chicas, intimidadas por sectores masculinizados que no favorecen la inclusión.

Audi sí es una de esas marcas que se ha marcado, dentro de sus planes de igualdad, que el número de mujeres dentro de sus fábricas y despachos llegue al menos al 30%. Y resulta tranquilizador que las marcas que se sirven de la causa por la igualdad de género, mostrando así su apoyo a las mujeres como fuerza consumidora más potente del mercado, la asuman dentro de su cultura empresarial. Sin embargo, no tiene mucho sentido abogar porque se rompan los estereotipos de género en la publicidad y, en la vida real, enfrentarse a acusaciones muy graves de sexismo. En la fábrica de Audi en Puebla, México, la consejera del Instituto Nacional de las Mujeres, Violeta Lagunes Viveros, denuncia que no se están respetando los derechos laborales de las mujeres.

Lagunes no sólo denunció lenguaje y procesos excluyentes en el reclutamiento de trabajadoras, sino que aseguró que el 22,5 de las trabajadoras declararon violencia laboral. Además, Audi podría estar violando la Ley Federal del Trabajo al solicitar exámenes médicos de manera rutinaria a las mujeres contratadas para despedir a embarazadas. Parece incongruente que una marca que se posiciona públicamente a nivel mundial a favor de la igualdad entre hombres y mujeres falle de manera tan estrepitosa a la hora de cumplir los estándares de inclusión a nivel internacional. ¿Qué pensarán las mujeres de Puebla al contemplar el precioso anuncio de Audi?

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