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Hace cinco años, la británica Judith Tebbutt fue secuestrada en Kenia después de que un grupo de hombres armados asesinaran a su marido. Mientras la retenían, uno de sus vigilantes se le acercó para hacerle una pregunta. Quería saber si pensaba que eran malas personas. Tebutt intentó explicarles por qué lo que hacían estaba mal, pero no lo entendieron. Años antes, cuando Vincent Cochetel, empleado del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), trataba de sobrevivir a su secuestro en una celda subterránea de algún lugar de Chechenia, vivió una situación similar.
Un carcelero quiso darle las gracias por la ayuda que ACNUR había dado a su familia cuando estaban desplazados en Daguestán, pero no por ello lo trató de forma diferente a cualquier otro rehén. La experta en terrorismo internacional Loretta Napoleoni lo cuenta en su último libro, Traficantes de personas. El negocio de los secuestros y la crisis de los refugiados (Paidós). "La brutalidad de algunas guerras provoca una condición psicológica tal que muchos dejan de distinguir el bien del mal", explica cuando se le pregunta cómo pueden llevar a cabo su "trabajo" quienes trafican con seres humanos.
Loretta Napoleoni
Nacida en Roma, la economista y asesora de diversos gobiernos en la lucha contra el terrorismo ha dedicado más de 10 años a este libro, donde evidencia cómo el contrabando primero, y los secuestros y el tráfico de refugiados después, se han convertido en la principal fuente de financiación del Daesh, generando millones de euros para el terrorismo islámico.
Mujerhoy: En su libro, usted asegura que, 15 años después de la destrucción de las Torres Gemelas en Nueva York, la mayoría del mundo musulmán está en llamas, pero hay unos claros vencedores: los mercaderes de personas. ¿Veremos el fin de este negocio? Loretta Napoleoni: Los secuestros sí tienen los días contados, porque la gente deja de ir a Tombuctú para visitar ruinas o no hacen trekkings en Mauritania si saben que sus vidas corren peligro, igual que los periodistas irán cada vez menos a Siria. Pero hombres, mujeres y niños van a tener que seguir saliendo de situaciones donde no tienen futuro, como pasa en Siria, y eso va a ocurrir cada vez más, por lo que el negocio del éxodo de migrantes por desgracia crecerá. Es una financiación fácil, no hay prácticamente gastos. Y vamos a ver crecer el número de migrantes si tenemos en cuenta que en África hay una explosión demográfica.
Mujerhoy: ¿Cree que Europa no está actuando a la altura de las circunstancias? Loretta Napoleoni: En realidad, Europa no sabe bien qué hacer. No tiene una política exterior definida, tampoco en relación a los refugiados, y afronta problemas enormes porque empieza a haber una clara tendencia xenófoba. Los migrantes y refugiados van a aparecer ante gran parte de la sociedad como enemigos, un poco como los judíos en el nazismo, aunque en una situación diferente. Todo eso ocurre porque la condición económica de Europa es dramática. No es verdad que hayamos salido de la crisis y si las cosas siguen empeorando siempre pueden poner a los refugiados como excusa.
Mujerhoy: ¿Es cierto que el coste de llegar a Europa no deja de crecer? Loretta Napoleoni: Sí. Hace 10 años, una persona podía pagar 7.000 dólares a un traficante para que la llevara del África occidental hasta Italia. En el verano de 2015, con esa suma ya no se pagaba más que la travesía de Siria a Turquía y de Turquía a Grecia. Los traficantes se aprovechan de la crisis migratoria, la tragedia humanitaria más grande desde la II Guerra Mundial. Y es una tragedia que nosotros, Europa, estamos permitiendo. Piensa en la cantidad de gente que muere en el Mediterráneo.
Loretta Napoleoni
Mujerhoy: Además de ese "negocio", existe otro que también ha proporcionado millones de euros al Daesh, el de los secuestros. Loretta Napoleoni: Sí, ha generado muchísimos millones. Las negociaciones para liberar a los rehenes no se diferencian mucho de cómo funciona la Bolsa, porque el valor de los rehenes fluctúa según su nacionalidad, su profesión o el momento del secuestro. En función de esos factores, los gobiernos europeos han pagado de uno y seis millones de dólares por rehén.
Mujerhoy: ¿Cuál es la solución si los gobiernos no negocian? Loretta Napoleoni: Primero, explicar muy bien a la gente qué está ocurriendo en esos países. Muchos de los secuestrados lo fueron porque no eran conscientes del peligro. Por otro lado, si pagamos el rescate van a seguir secuestrando, porque ven que el chantaje funciona. ¿Por qué cedemos a ese chantaje con terroristas y no lo hacemos con criminales no terroristas? Creo que el Gobierno paga porque presentan el regreso de los rehenes como una victoria, y no lo es: hemos pagado un chantaje con el que financian su actividad. Ese dinero sirve para comprar armas y, al mismo tiempo, financia otros secuestros y el tráfico de migrantes. Los rescates que pagaron los gobiernos han sido lo suficientemente cuantiosos como para sustentar un nuevo grupo armado: Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).
Mujerhoy: ¿Y las familias de los secuestrados? ¿Tampoco deberían pagar? Loretta Napoleoni: La familia puede hacer lo que quiera pero cuando utiliza profesionales al final no suele pagar tanto. Por Joanie De Rijke pagaron 130.000 ¬, por Amanda Lindhout creo que 300.000 ¬. Los gobiernos nunca han pagado menos de un millón, y es lógico, porque los secuestradores saben que tienen más dinero.
Una familia de refugiados camina a través de un campo en la frontera entre Grecia y Macedonia. /
En verano de 2015, el Daesh ganó medio millón de dólares diarios de tasa por mercancía humana antes de que cruzaran la frontera con Turquía.
En 3 meses de 2014 12 rehenes fueron liberados. El Daesh obtuvo entre 60 y 100 millones de euros por sus rescates.
Entre 2003 y 2011 Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) recaudó 165 millones de dólares en rescates.
1,8 millones de personas entraron ilegalmente en la Unión Europea en 2015. El 90%, ayudados por alguna organización delictiva. 15 años antes, entraron de forma irregular 100.000.
Mujerhoy: Ha entrevistado a varios negociadores de rescate y todos los que aparecen en su libro son hombres. ¿No hay mujeres? Loretta Napoleoni: Prácticamente no, es testosterona al 100%. Solo sé de una mujer negociadora. Es inglesa, tiene cerca de 70 años y viene del MI6. Pero es la excepción que confirma la regla. Creo que sería positivo que hubiera más negociadoras, porque la mujer suele tener una sensibilidad mayor y eso puede ayudar a la hora de tratar con la familia. Sin embargo, la mayoría son hombres, y del estilo macho alfa.
Mujerhoy: Entre los secuestradores tampoco hay mujeres. Loretta Napoleoni: No, este es un negocio de hombres. Además, los secuestradores prefieren rehenes hombres, las mujeres les suponen más problemas. El síndrome de Estocolmo funciona en los dos sentidos, y la atracción sexual puede hacer fracasar una operación, es una de las razones por las que los secuestradores no quieren mujeres.
Mujerhoy: Uno de los casos de secuestro que describe es el de la turista italiana Maria Sandra Mariani. ¿Se ha puesto en su piel? Loretta Napoleoni: Sí. Tiene más o menos mi edad y he pensado que me podía haber pasado a mí. Hemos hablado muchísimo. Su vida quedó destruida porque todo lo que pasó afectó enormemente a su familia. Ahora está divorciada. Si regresan, la mayoría de los rehenes y sus familias están muy confundidos. Psicológicamente padecen muchos problemas. Los gobiernos generalmente destinan dinero a terapia, pero para salir de una condición como esa se necesitan años. ¿Cómo se puede aceptar lo que ha pasado? ¿Puedes perdonar? Algunos rehenes se culpan a sí mismos, otros reaccionan de otro modo, pero ninguno se muestra enfadado. Más bien están deprimidos.
Loretta Napoleoni
Mujerhoy: Usted habla de sociedades desorientadas en las que la vida no vale nada. Loretta Napoleoni: Hemos crecido con las historias de la II Guerra Mundial, donde todos eran héroes o psicópatas, como los nazis. Pero creo que entre unos y otros están muchos de los implicados en los secuestros, los carceleros, que con frecuencia son criminales, no terroristas, y ven al rehén como dinero, no como un ser humano. En sociedades desorientadas, la vida no vale nada. Son criminales que creen que los secuestros son una forma de redistribuir la riqueza de Occidente, es otro elemento antisistema.
Mujerhoy: ¿Alguna vez ha sido amenazada? Loretta Napoleoni: No, y no tengo miedo. Sé bien a qué países puedo ir y a cuáles no. Por sus gobiernos tampoco tengo miedo. ¿Qué me van a hacer? Nada. No soy importante para ellos y la prueba es que el sistema sigue. Tengo hijos, y si escribo libros es para las generaciones futuras. Creo que mi trabajo es denunciar, contar lo que está pasando.
Mujerhoy: ¿Qué propone para acabar con la financiación del terrorismo? Loretta Napoleoni: Hay poco que hacer. Occidente ya no tiene poder, estamos en un mundo muy distinto del de la Guerra Fría. ¿Si soy pesimista? Por desgracia, sí.