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Icono de estilo mundial, Carolina de Mónaco es digna heredera de la elegancia de su madre, Grace Kelly, y ha sido el espejo de glamour en el que siempre se ha mirado su hija, Carlota Casiraghi. La Princesa cumple 63 años y conserva esa 'ne sais quoi' que la convierte en una de las mujeres más sofisticadas del mundo.
Madre e hija estuvieron muy unidas desde que la princesa Carolina era una niña.
Todos los veranos pasaban largas temporadas navegando por la costa francesa.
Durante muchos años, fueron habituales los posados en familia en los que se mostraban como una familia unida y feliz.
Con el paso de los años se convirtió en una de las jóvenes más bellas y elegantes de la realeza europea.
Eran muy comunes las muestras de cariño en público entre padre e hija.
Igual que en verano viajaban por la costa francesa, en invierno era tradición que la familia Grimaldi esquiara en Gstaad, Suiza
El 29 de junio de 1978, a los 21 años se casó con el play boy Philippe Junot con un vestido de organza de Dior de flores y casquete a juego. El matrimonio acabó dos años después. La princesa Carolina no soportó verle siempre rodeado de mujeres y menos de Giannina Faccio, su secretaria. Unas fotos con ella fueron el detonante de su separación.
Tres años después de su ruptura con Junot, la princesa Carolina se casó con Stephano Casiraghi, perteneciente a una importante familia de industriales de Italia, en una ceremonia mucho más sencilla que la anterior y un vestido más sobrio y acorde a sus segundas nupcias.
Un año después de casarse, la pareja acudió al concierto de Frank Sinatra en el Moulin Rouge de París. Ella estaba espectacular.
Tres años antes de la muerte de Stephano, que falleció en un accidente naútico, la pareja posaba feliz con sus hijos Andrea, Carlota y Pierre.
A pocas 'royals' les sienta tan bien la pamela como a Carolina de Mónaco, que la ha sabido defender en infinidad de ocasiones.
Así de felices posaban Carolina, Spephano, el pequeño Andrea y Carlota. A juzgar por la sonrisa del primogéito, estaba muy feliz con el nacimiento de su hermanita.
Fue uno de los momentos más duros de su vida. Durante el funeral estaba desolada, pero aún así fue un gran apoyo para su padre.
En 1999, tres años después de empezar la relación con Ernesto de Hannover. se casó por tercera vez en un ceremonia civil. Ese día cumplía 42 años.
Cada año, los Grimaldo se unen para homenajear a Grace Kelly, que falleció en un accidente de automóvil.
En 2007, defendió los derechos de los niños en un discurso ante el Consejo de Europa enEstrasburgo.
Desde que Fianfranco Ferré abandonó Dior, Carolina de Mónaco empezó a vestir de Chanel, gracias a lo que comenzó una larga amistad con Karl Lagerfeld, su director creativo.
Aquel fatídico accidente en el que falleció Grace Kelly, también pudo cobrarse con la vida de Estefanía, pero ella se salvó. A la hija rebelde de Rainiero le costó mucho superarlo, algo mejor lo llevó Carolina.
Desde niña esquió y con el paso de los años ha conservado esta afición.
Separada ya Ernesto de Hannover, acudió sola a la boda del Gran Duque heredero de Luxemburgo con la Condesa Stéphanie de Lannoy.
Después del enlace de los Príncipes de Mónaco, hubo una cena en la que Carolina llevó un vestido de gala y una tiara. .
El 1 de julio de 2011 Alberto de Mónaco y Charlene Wittstock se dieron en 'sí, quiero' en una ceremonia religiosa a la que no faltó la princesa Carolina, que derrochó elegancia con un vestido fluido color rosa, el mismo tono que tiñó el diseño de Chanel de su hija Carlota.
En 2016 acompañó a su hermano al emblemático baile para el que se enfundó un vestido largo con salones con plataforma, de Chanel.
La princesa Carolina no se perdió su cita con el tradicional baile monegasco.
La princesa de Mónaco optó por un diseño de Chanel para uno de los días más importantes para el pueblo monegasco, el día de su fiesta nacional.