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Puede que Nicole Kidman esté presa de su imagen de eterna mujer de hielo sempiternamente enfundada en vestidos imposibles. Puede que nos hayamos acostumbrado demasiado a contemplarla, muda y divinamente vestida, en la alfombra roja. Esto debe ser así porque cada vez que abre la boca y podemos ver a la persona que hay tras su imponente facha, nos deja boquiabiertos. ¿Cómo no va a ser espectacular también por dentro la que lo es por fuera?
Lejos, muy lejos de su papel de gélida y distante diva está la mujer que ayer, en una entrevista para promocionar su nueva serie, “Big Little Lies”, contó que había estado comprometida con Lenny Kravitz: realmente Nicole tiene inclinación por los músicos (está casada con el cantante de country Keith Urban). Por lo visto, la pareja se hizo tal en 2003, justo después de su divorcio de Tom Cruise e inmediatamente antes de grabar “Somethin' stupid” con Robbie Williams, con el que se rumoreó que también tuvo una historia.
“Quiero mucho a Lenny. Es un tipo genial”, reveló en la entrevista. El tema salió a colación porque en la serie participa su hija Zöe, y Kidman no tuvo más remedio que admitir que la conocía debido a su compromiso con su padre. “Todo queda en casa”, admitió entre risas. El año empieza con muy buen pie para la actriz, que está nominada al Oscar como actriz secundaria por la película “Lion” y protagoniza junto a Reese Witherspoon y Laura Dern esta serie, la gran apuesta de HBO para la temporada.