Naroa Ocaña: "En la universidad aprendes que nada es de color rosa"

"Siempre he tenido en mente que quería ser periodista, aunque luego el mundo laboral te ponga los pies en la tierra. Cuando estamos en el instituto, nos imaginamos que vamos a ser protagonistas de nuestra película, pero en la universidad ves que no todo es color de rosa". En casa de Naroa solo entra un sueldo, el de su padre, que es recaudador de máquinas tragaperras. Y sin embargo, ella nunca pensó que no pudiera ir a la Universidad, pero sí aprendió desde muy joven que tendría que arrimar el hombro. Cuando empezó la carrera, un curso le salía por algo más de 600 euros; en el último, la matrícula ya había subido a 1.200 euros.

"La beca te cubre gastos de matrícula y un porcentaje por desplazamiento, en mi caso como soy de Madrid es muy poquito, y también algo de ayuda para libros. Desde muy joven, me he buscado la vida para que, por lo menos en mis gastos, no depender del sueldo familiar. Siempre hay tiempo para todo. Pero eso sí, tienes que organizarte bien. Yo durante toda mi carrera he estado estudiando y trabajando a la vez, además disfrutar de mis amigos. La clave para poder con todo es una buena organización. Siempre he sido muy responsable, me ha gustado estudiar y sacar el máximo rendimiento. Y es una motivación que, gracias a las buenas notas puedes seguir estudiando gratis".