actualidad
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Han pasado casi cuarenta años desde que Margaret Thatcher se convirtiera en la primera ministra más importante de la historia del Reino Unido. Su sombra sigue siendo alargada y el apodo que ganó a pulso durante la década que pasó en Downing Street, la Dama de Hierro, aún mantiene su ascendiente sobre el electorado británico. Thatcher logró forjar un personaje a mitad de camino entre madre preocupada y gobernanta estricta, practicando un estilo femenino y poderoso a la vez. Ella creó la etiqueta británica de mujeres en el poder que tan buenos resultados le está dando a su sucesora espiritual Theresa May: feminidad sin debilidad.
No es fácil para las mujeres con poder de la política hacerse visibles más allá de sus 'looks'. Tendemos a fijarnos, sobre todo, en lo que llevan, y lo que dicen termina subordinado a la interpretación de su sentido de la moda. Sin embargo, en esta ocasión el comentario indumentario es justo y necesario: la intención de Nicola Sturgeon, primera ministra escocesa, de convertirse en un clon de Margaret Thatcher es evidente. Y la demuestra justo ahora que debe medirse con la actual primera ministra británica, Theresa May, para la convocatoria de un segundo referendo por la independencia de su país.
Sturgeon se ha fotografiado repetidas veces con un traje azul marido con ribete blanco prácticamente igual a uno de los más utilizados por Thatcher. También ha clonado, esta vez sin apenas variación, una foto en la que la Dama de Hierro lee algunos papeles sentada descalza en su sofá floreado. Sin embargo, la pillada más flagrante no solo tiene foto, sino también texto. Sturgeon ha copiado uno de los eslóganes de campaña de Thatcher: “Don't hope for a better life Vote for one” (“No sueñes con una vida mejor. Vota por una”), que ha cambiado por : “No sueñes con una Escocia mejor, vota por una”. El clonado no puede ser más descarado.