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En la carrera política de Carme Chacón, la mujer que mejor conjugó ambición con ilusión dentro del partido socialista, hubo un antes y un después de su derrota ante Rubalcaba. Ocurrió en 2012, en el trigésimo octavo Congreso del PSOE. Pugnaban por la secretaría general del partido, una posición que la habría convertido, casi automáticamente, en candidata a la presidencia del gobierno. Perdió la votación solo por 22 delegados.
La reacción de Carme Chacón fue serena pero tajante: marchó a Miami, para impartir clases en el Dade College. Sin embargo, durante este "exilio voluntario" mantuvo algo más que las esperanzas de volver a intentarlo. “Me estoy formando para ser presidenta del Gobierno o, al menos, para ser candidata del partido en las elecciones generales”, explicaba a los colegas socialistas que se interesaban por su inactividad política. Su objetivo era reforzar sus conocimientos en economía y poder así presentar un fuerte programa económico. Hubiera sido nuestra primera presidenta y, también, la primera que hubiera podido comunicarse en inglés.
En su primera entrevista a un medio español desde Miami, precisamente a Mujer Hoy, afirmaba: “Igual que en su momento Alemania, Chile, Argentina y Brasil. ¿Por qué no va a estar España preparada para tener una presidenta? Y, cuando suceda, se recibirá con normalidad. Hemos corrido mucho, aunque haya datos que siguen siendo tremendos (violencia, discriminación, cuotas de poder…). Hemos cambiado mucho y en la buena dirección pero nos falta mucho por recorrer. Hoy en el mundo, las mujeres, somos el mayor agente de cambio. No le tememos al cambio, le tememos a la insatisfacción, a la infelicidad...”.
En 2014, ya de vuelta a España, estaba decidida a reconquistar la posibilidad de convertirse en la primera mujer candidata del partido socialista a la presidencia del gobierno. Sin embargo, en sus planes no estaba la limitada consulta a la militancia que finalmente se decidió por Pedro Sánchez, sino unas primarias abiertas. "Las primarias abiertas se han convertido en la única vía de recuperación del partido", explicó entonces en una carta."No seré candidata a ese proceso si es aprobado. No contribuiré a la ceremonia de confusión. Y me limitaré a apoyar a los candidatos o candidatas que se comprometan a la celebración de unas elecciones primarias abiertas con fecha cierta".
En aquella carta, Carme Chacón escribía palabras que aún hoy pueden ser tomadas en consideración por su partido. Consideraba que los socialistas habían "perdido la conexión con la sociedad" y pronosticaba que sólo la recuperarían de un único modo: "Si demostramos un propósito sincero de rectificación de nuestras políticas, nos abrimos y escuchamos". La rumorología cuenta que, ya entonces, los mayores del partido decidieron alinearse tras Susana Díaz en vez de respaldar los nuevos aires de Chacón. Una pena que se perdiera su claridad y su fineza.